El presidente del Gobierno asturiano, el socialista Vicente Álvarez Areces, desembarca el viernes en Santiago de Compostela con siete de sus diez consejeros para asistir a la IX Cumbre Galaico-Asturiana, donde los proyectos de infraestructuras y medio ambiente vuelven a estar en la agenda. Le aguarda el presidente de la Xunta y su amigo personal y compañero de partido, Emilio Pérez Touriño, acompañado de ocho conselleiros.

La cumbre, que arranca el viernes por la tarde y se clausura el sábado, servirá para "hacer balance de las medidas conjuntas puestas en marcha tras ser acordadas en las dos anteriores citas y para sentar las bases para impulsar nuevos proyectos", informaba ayer la Xunta, que también recordaba que Touriño, a su llegada a la presidencia, relanzó la celebración de esta cumbre en 2006, pues hacía siete años que no se celebraba una reunión así de los Gobiernos gallego y asturiano.

Para la promoción de nuevos proyectos conjuntos, se celebrarán el viernes por la tarde diez mesas de trabajo, en las que se abordarán iniciativas conjuntas en materia de administración, economía, bienestar social y salud, infraestructuras y territorio, educación e investigación, medio ambiente y desarrollo rural y pesca. Previsiblemente los dos Ejecutivos aprobarán la puesta en marcha de una batería de medidas para poner en valor la Reserva de la Biosfera del Río Eo, declarada así por la Unesco en septiembre del pasado año. Esta reserva, con 150.000 hectáreas de terreno se extiende por catorce municipios, siete de ellos gallegos, y Galicia y Asturias quieren construir dos centros de interpretación, habilitar una senda verde y recuperar la ruta del antiguo tren minero.

El Ejecutivo de Areces podría además plantear a la Xunta la conveniencia de una alianza para reclamar ante el Gobierno español el traspaso de Feve, tanto en tráfico de mercancías como de pasajeros.

El presidente asturiano también podría abordar con Touriño la propuesta del titular de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para pactar una estrategia conjunta de la cornisa cantábrica, que produce el 55 por ciento de la leche en España, ante la caída de los precios.

El repaso a las obras de la Autovía del Cantábrico, que las dos comunidades confían en ver terminadas en 2009, y la viabilidad del AVE transcantábrico serán otros proyectos a poner encima de la mesa de la cumbre, pues las infraestructuras siempre ocupan buena parte de las reuniones de los dos Gobiernos.

Precisamente el titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se desplazó ayer a Fonsagrada, en la montaña lucense, para colocar la primera piedra de la denominada Y, una vía que comunicará esta villa de Lugo con las asturianas de Grandes de Salime y Santa Eulalia de Oscos. La obra costará al Ejecutivo gallego 12,5 millones de euros y es fruto de un acuerdo tomado en la cumbre del pasado año, celebrada entonces en Oviedo y que obliga también a obras e inversiones en el territorio asturiano.

Touriño anunció ayer ochenta millones de euros para la vertebración de las comunicaciones en la montaña lucense, para que esta zona tenga "más posibilidades de empleo, actividad y futuro" y así se frene su despoblación.