Caso Erial

Villarejo y Benavent apuntan a un complot del CNI y Rajoy contra Zaplana

El excomisario insinúa ahora que el PP orquestó un montaje para desacreditar al exministro

El yonqui del dinero asegura que se inventó que los papeles estaban en un altillo

El excomisario José Manuel Villarejo y el yonqui del dinero, Marcos Benavent, acceden a la Ciudad de la Justicia, ayer, para declarar en la decimotercera sesión del juicio del caso Erial.

El excomisario José Manuel Villarejo y el yonqui del dinero, Marcos Benavent, acceden a la Ciudad de la Justicia, ayer, para declarar en la decimotercera sesión del juicio del caso Erial. / EFE

Laura Ballester

El as en la manga que guardaba el exministro Eduardo Zaplana para intentar anular el caso Erial tiene todos los ingredientes de una novela de John le Carré. Dos personajes pintorescos y poliimputados, el excomisario José Manuel Villarejo y el yonqui del dinero. Y una explicación conspiranoica con gancho peliculero para justificar el origen de todos los problemas judiciales de Zaplana: Una confabulación del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) en la que participaron los máximos responsables de la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil a instancias de Mariano Rajoy, con la ayuda de Juan Cotino, para evitar que Eduardo Zaplana pudiera eclipsarlo. Hasta la UDEF (Unidad de delincuencia económica y fiscal) de la Policía se llegó a pensar participar en el "montaje" contra Zaplana, según el relato de Villarejo. 

Es el resumen de la mascletà de declaraciones que protagonizaron ayer el excomisario Villarejo, el yonqui del dinero confeso Marcos Benavent, citados como testigos por Eduardo Zaplana para socavar el prestigio de los papeles que originaron la causa contra él y por la que se enfrenta a 19 años de cárcel. También compareció finalmente el primer abogado del yonqui del dinero, Ramiro Blasco, citado por Anticorrupción.

El excomisario Villarejo tuneó la declaración que hizo en el Congreso de los Diputados en octubre de 2021 a preguntas del entonces diputado y actual senador del PP, José Santamaría (amigo de Zaplana, con quien se reunió en junio de ese año). Hace tres años Villarejo apuntó a "un interés, no sé por qué, del Partido Socialista, de destruir al señor Zaplana y se utilizó a un informador sirio, un confidente del CNI, para ver las fórmulas de..." La versión no colaba. Porque la respuesta era tramposa. Los socialistas no gobernaban cuando se inició la investigación a Eduardo Zaplana en 2015 (el PSOE perdió las elecciones en 2011) y Mariano Rajoy continuaba al frente del Gobierno cuando el exministro fue detenido el 22 de mayo de 2018.

Pero la teoría del complot en la mente de Villarejo sigue vigente. Pero ante el tribunal del caso Erial la conspiración contra la fulgurante carrera de Zaplana estuvo inspirada por Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno y quien logró imponerse a Rodrigo Rato y Zaplana como sucesor de José María Aznar. Villarejo declaró que tuvo conocimiento de "gestiones tendentes a desacreditar a su cliente [Zaplana]. Dije que no era oportuno y no quise participar en el tema". Según Villarejo "había más interés en su propio partido [el PP] en desacreditarlo [a Zaplana] que en el propio PSOE. Creo que era un error usar temas delicados para temas serios, como el terrorismo o independentistas, pero no para gente que moleste políticamente, como era el caso de Zaplana". Un complot en el que habría estado implicado Juan Cotino "que hacía todo lo que le pedía Rajoy, que pensaba que su cliente [Zaplana] podía disputarle el liderazgo". 

Y un complot en el que fue pieza clave el ciudadano sirio que vivió en el piso de Zaplana que entregó los papeles que iniciaron el caso Erial al yonqui del dinero, Marcos Benavent, que encontró la UCO de la Guardia Civil en el despacho de su primer abogado. Benavent intentó apuntalar la teoría de que el registro se hizo sin su consentimiento y que la UCO se apropió de documentos personales. Apuntó al interés de su exabogado, "que es de izquierdas" en "salpicar al PP, a Rus y a Zaplana". También sostuvo que se inventó que los papeles del sirio los encontraron en un altillo y que llegó a declarar colocado y sin dormir, porque lo obligó la UCO

Detalles que contradijo su primer abogado, Ramiro Blasco. El letrado confirmó que el registro en su despacho auxiliar de Valencia (el principal lo tiene en Xàtiva) se pactó con los investigadores del caso Taula a petición del propio Benavent, cuando colaboraba con la justicia. Entregaron doce cajas de documentación. Seis años después de hacerse cargo de la defensa de Benavent, el yonqui del dinero decidió prescrindir de los servicios de Ramiro Blasco. "Cuando decide que no sea su abogado no tiene por qué darme explicaciones. Después de dejarlo, le dije que ya no podía hablar con él. Pero me dijo que no quería hablar del caso Taula y que quería hablar conmigo de la ilegalidad de los papeles del sirio". El abogado Ramiro Blasco también ha señalado que una hermana de Marcos Benavent se puso en contacto con él hace tres semanas. "Me dijo que si decía que el registro de mi despacho era ilegal, Marcos se reconciliaría conmigo", relató.

Tres exconsellers desfilan para avalar las ITV y el Plan eólico 

Tres exconsellers del Consell de Eduardo Zaplana desfilaron ayer ante el tribunal del caso Erial para avalar los contratos de las ITV (Inspección técnica de vehículos) y del Plan eólico, por los que supuestamente se cobraron diez millones de mordidas. 

Diego Such (conseller de Industria de 1995 a 1999), su sucesor Fernando Castelló (199-2003) y Fernando Modrego (conseller de Medio Ambiente de 1999 a 2003) comparecieron a petición de Eduardo Zaplana para alabar la decisión de privatizar la inspección de vehículos y garantías el respeto a la legalidad de los concursos. "Privatizar las ITV iba a ser más barato y eficiente, como así se demostró", defendió Such, quien desmarcó a Zaplana del proceso administrativo. "Él era el presidente de la Generalitat y coincidíamos en la necesidad de privatizar. Nada más". Ni siquiera Such se involucró. "Yo me dedicaba a hacer política y a vender lo importante, que era privatizar las ITV. Tenía a una persona dentro que me contaba cómo iba todo y si hubiera habido alguna cosa extraña me lo habría contado". 

Sobre las ITV declaró el interventor que sustituyó a última hora a su homólogo y quien confirmó que los amaños de contratos se producen más por información privilegiada que por influencia en la mesa de contratación. "Presionarlos no es el camino". Y el secretario de Industria que recayó en una consultora los criterios de adjudicación. 

Sobre el Plan eólico declararon Fernando Modrego y Fernando Castelló para avalar la adjudicación. Aunque el ingeniero que avaló el informe de preselección declaró que lo visó sólo por indicación de su superior. 

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