El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, tomó ayer posesión de su cargo arropado por el Partido Popular y el Gobierno y se comprometió a gobernar con "colaboración y lealtad institucional", con la intención de "fortalecer" desde la región una España libre de "proyectos rupturistas".

Tras tomar posesión anunció una serie de cambios en su Gobierno, entre los que destacan la elección de Pedro Rollán como vicepresidente y portavoz y el nombramiento de dos nuevas consejeras (Yolanda Ibarrola en Justicia y María Dolores Moreno en Políticas Sociales y Familia).

En el discurso pronunciado tras jurar su cargo como presidente, Ángel Garrido ofreció "colaboración y lealtad institucional a todos y en especial a las demás administraciones", incluyendo las otras comunidades autónomas que integran España. "Una España que no concebimos privada de ninguna de sus partes, ni tampoco sometida a otra política que no sea la del respeto a la Constitución y las leyes, la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad, sin imposiciones ni proyectos rupturistas", señaló.

Al acto, celebrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad, acudieron la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la ministra de Empleo, Fátima Báñez; el presidente del Senado y del PP de Madrid, Pío García-Escudero, y el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando.

Garrido es el sexto presidente de la Comunidad desde 1983 y el segundo que lo hace sin pasar por las urnas, ya que al igual que Ignacio González llega a la Presidencia tras la dimisión de su antecesora.