El expresidente catalán Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros que huyeron con él a Bruselas para no ser detenidos ya gozan de completa libertad de movimientos en Bélgica. La justicia de ese país archivó ayer la causa abierta por la petición de extradición cursada por las autoridades españolas.

La decisión, tomada durante una audiencia de cinco minutos, era esperada desde que el juez Pablo Llarena del Supremo decidió anular las cinco euroórdenes de detención y entrega, una por cada político secesionista, cursadas para activar el proceso de extradición de los prófugos.

Ni el expresidente catalán ni los exconsejeros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret comparecieron ante el tribunal, donde les representaron sus abogados.

Los cinco políticos son investigados por la justicia española por los delitos de sedición, rebelión, malversación de fondos públicos, desobediencia y prevaricación. Contra ellos hay dictada en España una orden nacional de detención, así que si regresaran serían detenidos.

El pasado 5 de diciembre, el juez Llarena solicitó a Bélgica que retirase las euroórdenes cursadas previamente por la Audiencia Nacional -que inició el procedimiento-, para evitar que si eran extraditados, solo pudieran ser juzgados por los delitos que reconozca la legislación belga.

La Fiscalía belga tomó nota de la solicitud del magistrado español, anuló las medidas de libertad vigilada que había decretado contra los cinco políticos e indicó que trasladaría el dosier al tribunal para que cerrara definitivamente el caso en Bélgica.