Los Mossos d'Esquadra y las 215 policías locales catalanas armonizarán de forma progresiva sus uniformes para reforzar su imagen conjunta como "Policía de Cataluña". El consejero de Interior, Jordi Jané, presentó ayer el nuevo modelo de uniforme y anunció que los Mossos d'Esquadra lo empezarán a utilizar a partir de finales de 2018 o principios de 2019, cuando se licencien los 500 agentes de la promoción que tiene la intención de convocar de forma inmediata.

"Es un día histórico", manifestó ayer Jané al explicar que la armonización de los uniformes de las policías locales y los Mossos, en los que se ha incorporado una pequeña bandera catalana en el lateral de la manga izquierda, refuerza una imagen conjunta de policía de proximidad. Esta unificación se extenderá a los vehículos y otros elementos externos.

La policía catalana es uno de los puntales del proyecto independentista, que atraviesa momentos críticos por las dificultades para consumar la consulta anunciada para el 1 de octubre. Antes de que el ejecutivo catalán declarase desierto el concurso público para la compra de urnas, el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, de ERC, se ofreció para hacerse cargo en solitario de la firma para culminar el proceso de adjudicación y desbloquear la compra de un elemento fundamental para el referéndum. La idea no prosperó, pero dejó en evidencia las tensiones de las últimas semanas entre el PDeCAT y ERC por la adquisición de las urnas, una operación que puede marcar un "punto de inflexión" en el choque judicial con el Estado por el referéndum, según fuentes independentistas citadas ayer por Efe.

El Ejecutivo de Puigdemont tiene ahora las manos libres para proceder a una adjudicación directa de la compra de urnas. La operación podría tener el respaldo de todo el Gobierno con una firma colectiva, algo que, según las mismas fuentes, podría provocar que alguno de los consejeros se replanteara su continuidad en el Ejecutivo catalán.

Tanto ERC como la CUP anticipan que llegará un momento en que, para seguir avanzando en el proceso hacia el referéndum, cuando exista un veto de los tribunales al decreto de convocatoria de la consulta -que se presentará el próximo martes- tendrá que haber actitudes de "desobediencia". Ambas formaciones dudan que aquellos altos cargos reticentes ahora a dar ciertos pasos aguanten esa presión.