El Grupo Socialista del Congreso asumió ayer en pleno la abstención en el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy que hoy comienza en la Cámara baja, presentada por Unidos Podemos y que fracasará por falta de apoyos. Será la tercera desde la reinstauración de la democracia en España.

En la reunión del plenario, a puerta cerrada, ningún diputado cuestionó la decisión del recién reelegido secretario general, Pedro Sánchez. Pero el exsecretario de Organización Cipriá Císcar trazó un paralelismo entre esta abstención y la que hizo posible, en octubre, la investidura de Rajoy: "Abstención es abstención", dijo el diputado valenciano.

Además de Císcar, solo tomó la palabra la jueza gallega María Dolores Galovart, que se quejó de haber tenido que enterarse por los medios del sentido del voto que hoy deberá emitir.

Hoy, o mañana, pues es muy probable que el debate de la moción se prolongue y no sea hasta el miércoles cuando los diputados se pronuncien sobre el programa del candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias.

Las largas intervenciones que preparan la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, y, después, el propio Iglesias harán prácticamente imposible que la votación se efectúe en la primera sesión.

Dado que los promotores de la censura no tienen límite de tiempo para exponer sus motivos, se calcula que Montero hablará por espacio de hora y media, con un discurso ferozmente crítico con el PP. Después tomará la palabra Iglesias, que se extenderá más, calculan fuentes de Podemos: unas dos horas para dar cuenta de su programa de gobierno.

El Gobierno puede intervenir en cualquier momento del debate. Así, podría responder tras la intervención de Montero, como ocurrió en las dos mociones de censura precedentes, o bien al término del discurso de Iglesias. Pero dado que el interpelado por el Ejecutivo tiene derecho a responder, lo lógico es que intervenga después de Iglesias, para no dar más espacio a las dos caras más conocidas de Podemos.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cree que Podemos buscará un debate "con golpes fuertes", y, aunque ayer no desveló si intervendrán Mariano Rajoy y sus ministros, garantizó que el PP responderá "con argumentos" y que están preparados para hacerlo.

"Lo que busca Podemos es recuperar foco. Como la crisis está siendo remontada tiene que encontrar sus huecos para hacer su tarea, y vamos preparados para un debate que buscarán bronco", adelantó la "número dos" del Gobierno.

No está "previsto" que Pedro Sánchez acuda al debate, avanzó, por su parte, el portavoz provisional del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos.

Pero el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, lanzó un aviso a los socialistas: se "retratarán" si no respaldan la censura a Rajoy: "Ojalá en algún momento el PSOE deje de apoyar a Rajoy. De momento no lo hemos visto".

Lo único seguro es que la iniciativa no tendrá éxito, ya que, en el mejor de los casos, sólo la apoyarán los 67 diputados de Unidos Podemos, 9 de ERC, 4 de Compromìs y 2 de Bildu.