El fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled ha concluido que el Palau de la Música "era la cañería por la que transitaba el dinero" que la constructora Ferrovial supuestamente pagaba a CDC a cambio de concesiones de obras públicas desde las instituciones que controlaban.

Lo aseguró ayer en la exposición de su informe final en el juicio del caso Palau, donde mostró numerosa documentación que "corrobora" la confesión del expresidente del Palau, Fèlix Millet, y su número dos, Jordi Montull, sobre los cobros a CDC mediante la institución.

Según el fiscal, los documentos demuestran tanto el cobro de comisiones de CDC como "la inestimable colaboración" de Millet y Montull con el partido, que se cuidaban de cobrar sus servicios -dijo literalmente- quedándose con una parte del dinero que Ferrovial aportaba al Palau para que acabara en las arcas convergentes.

"Hay documentos que son cócteles perfectos porque tienen todos los ingredientes" -sobre las presuntas comisiones-, señaló el fiscal al mostrar la documentación: entre ella figura una carta de Millet al exdirectivo de Ferrovial y acusado Pedro Buenaventura, interesándose por unas obras en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), y otro documento, sobre los mismos trabajos, con el supuesto reparto de comisiones.

El nombre del extesorero de CDC Carles Torrent -ya fallecido- aparece en cartas y archivos digitales de Word hallados en el Palau, y en la documentación posterior a 2003, el nombre que aparece "constantemente" es 'Daniel', que el fiscal concluye que es Daniel Osàcar -que sucedió a Torrent como tesorero del partido- como confesaron también Millet y Montull.

Ulled subrayó el "drama" de que la entidad musical de gran prestigio se viera instrumentalizada para permitir cobrar a los acusados comisiones ilícitas a cambio de obra pública, y mostró documentos en que aparecen obras como la Línea 9 del Metro de Barcelona y la Ciudad de la Justicia, precisamente donde se está celebrando el juicio.