El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho hoy en Cataluña un llamamiento al "diálogo" y a "buscar un nuevo espíritu de concordia" alejado del "extremismo", y ha advertido de que no admitirá ni un referéndum ni ningún acuerdo que implique "violar la ley".

En la clausura del XIV congreso autonómico del PP de Cataluña, donde Xavier García Albiol ha sido proclamado como presidente del partido, Rajoy ha enunciado sus cinco grandes objetivos frente al proceso soberanista: mantener la unidad de España, garantizar el cumplimiento de la ley, recuperar las instituciones para que sirvan a "todos los catalanes", restaurar la "cohesión interna" social que el independentismo ha "destruido" e instaurar un "nuevo espíritu de concordia" que mantenga alejados del poder a los "extremistas".

Especial énfasis ha hecho en que "sin cumplimiento de la ley no hay democracia": "Ley y democracia son inseparables, no se pueden contraponer. Y los dirigentes políticos no pueden saltarse la ley a la torera, porque es antidemocrático, y no pueden negarse a cumplir las sentencias de los tribunales porque también es antidemocrático".

Tras acusar a Junts pel Sí y la CUP en el Parlament de estar "liquidando el Estado de Derecho" con el despliegue de su hoja de ruta independentista, Rajoy ha expresado su "sí rotundo al diálogo", para abordar cuestiones como las infraestructuras, la financiación autonómica, los servicios públicos o la atención a la dependencia.

Pero ha lanzado una advertencia al Govern de Carles Puigdemont: "Lo que no hemos aceptado ni lo vamos a hacer en el futuro son las imposiciones, los monólogos, los contratos de adhesión ni sortear la ley".

"No podemos admitir la celebración de un referéndum que no permite nuestra Constitución ni ninguna Constitución escrita del mundo, sólo la de la antigua URSS, la de la antigua Yugoslavia y la de Etiopía", ha afirmado Rajoy, en su primer acto en Cataluña desde que fue reelegido presidente del Gobierno, y a la espera de que el próximo martes protagonice en Barcelona un evento con empresarios.

GMv2|pTipoComp=videos&pIdGaleria=58d7ab83a4139349786dfd81|GMv2

Rajoy: "No se le puede decir a la gente que viole la ley". Vídeo: ATLAS | EFE

Por otro lado, ha lanzado un mensaje a "la mayoría de catalanes que se sienten españoles", a los que ha prometido: "No os abandonaremos".

También ha apelado a "todos aquellos catalanes que han sido engañados en su buena fe" por el independentismo y a los que "se les ha ofrecido como posible lo que no lo es, les han colocado el señuelo de la independencia como remedio a todos sus males y les han ocultado las consecuencias políticas, económicas y sociales que la separación causaría a Cataluña, que son importantes y graves".

Entre los "perjuicios" que afrontaría una Cataluña independiente, ha mencionado la "salida" de la zona euro, de la Unión Europea y del mercado único y la "imposibilidad de sostener los servicios públicos", además de reiterar: "Un proceso de secesión no es una poda agradable hecha por un amable jardinero. Es una amputación terrible y dolorosa y no hay cirujano que la salve".

Tras cargar contra la Generalitat por "no gobernar para todos los catalanes", ha apostado por "alejar al extremismo de los centros de responsabilidad", ya que "hoy los extremistas más antidemocráticos son decisivos en Cataluña", por la "irresponsabilidad de algunos que han abandonado la moderación y los han querido como aliados".

Por su parte, García Albiol ha tendido la mano a Ciudadanos y el PSC para actuar "unidos frente a la secesión" que propugnan los independentistas y formar un "gobierno del cambio" para "parar los pies al nacionalismo, y ha dejado claro "si alguien espera excesos" del PP, su partido "no contribuirá a inflamar ningún conflicto".

Y es que su voluntad es la de erigirse en el "alcalde de la Cataluña olvidada", "estar con los olvidados de Puigdemont y Junqueras"y "combatir con el Estado de Derecho a presidentes de una Generalitat que retuercen la ley en contra de la mayoría social".

Sentados en primera fila estaban la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la socialista Núria Marín, la portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, su homólogo de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, la eurodiputada de UPyD Teresa Gimenez Barbat, así como representantes de la sociedad civil, como Miquel Valls (Cámara de Comercio de Barcelona), Mariano Gomà (Societat Civil Catalana) y el cónsul británico en Barcelona, Lloyd Milen, entre otros.

Ni ERC, ni los 'comunes', ni la CUP han estado representados, mientras que el PDeCAT no ha enviado a nadie de su plana mayor, aunque sí al alcalde de Deltebre (Tarragona), Lluís Soler.

Al inicio de su intervención, Rajoy ha agradecido la presencia de los representantes del PSC, Ciudadanos y de "un alcalde" cuyo municipio no ha podido concretar, aunque acto seguido lo ha identificado como "representante del PDeCAT" y con el cual al finalizar el acto ha departido brevemente.