El anuncio de los preparativos de Susana Díaz para concurrir a las primarias del PSOE desata los intentos de mover su silla institucional. Ciudadanos, con cuyos votos fue investida presidenta de Andalucía, le reclama que despeje su futuro y propicie el diálogo para un "relevo sosegado" si se materializa su salto a Madrid. El PP va más allá y su líder en Andalucía, Juanma Moreno, le exige que renuncie al cargo institucional en cuanto formalice su candidatura a la secretaría general del PSOE. Para los socialistas andaluces, sin embargo, ese escenario ni siquiera se plantea.

Susana Díaz mantenía ayer -el día después de que su entorno filtrara que el domingo 26 de marzo se convertirá en la tercera aspirante a liderar el partido en las primarias de mayo- la separación entre su condición de presidenta y sus pretensiones orgánicas, resistiéndose, como viene haciendo desde semanas atrás, a hablar en su comparecencias institucionales de los asuntos internos de los socialistas.

"Para todas las cuestiones de partido yo les emplazo al día 26", responde Díaz a las preguntas de los periodistas sobre su candidatura. Ese empeño en mantener la distancia entre lo institucional y el partido no cala entre la oposición. Pese a que Díaz insiste en que está garantizada la estabilidad política en Andalucía y agotará su mandato, Ciudadanos considera que su intento de dar el salto nacional es una decisión que genera "incertidumbre y cierta inestabilidad".

El portavoz andaluz de la formación naranja, Juan Marín, insta al PSOE a que "no pierda ni un minuto si tiene en mente ese relevo porque no hay tiempo para transiciones". Marín se muestra convencido, según la agencia Europa Press, de que Díaz "más pronto que tarde abandonará la Presidencia de la Junta si gana las primarias". Para el PP no procede esperar a posibles escenarios futuros porque "es más que evidente que no resulta posible compaginar los intereses del PSOE con el Gobierno de la Junta". Díaz tiene "la obligación moral" de optar por uno de los dos cargos y no compatibilizarlos, aseguraba ayer Juanma Moreno.

En el seno del PSOE hay quien también cuestiona la posibilidad de asumir ambas responsabilidad. "Me parece muy difícil compatibilizar tener que decidir la parte y además tener la posición del todo", manifestaba ayer la presidenta del Govern balear Francina Armengol, para quien resultaría "imposible" para Díaz mantener la presidencia de Andalucía si la militancia la eligiera para liderar el PSOE. Armengol coincide en este planteamiento con Patxi López, candidato al que ahora apoya tras mostrarse "leal" a Pedro Sánchez, a quien insta a respaldar al que fuera presidente del Congreso en la contienda interna. Díaz "representa el modelo de partido al que yo me opuse", afirma Armengol, que la hace responsable de la caída de Sánchez en la comité federal del 1 de octubre del año pasado.

La posición de la presidenta balear es una excepción entre los líderes territoriales del PSOE, muchos de los cuales celebraban ayer que la Susana Díaz despejara las dudas sobre su concurrencia a las primarias de mayo. Para el presidente de Aragón, Javier Lambán, la andaluza es la mejor opción para hacer del PSOE "un partido ganador".