El distanciamiento entre el PSC y el PSOE marcó ayer la apertura del congreso los socialistas catalanes, cuyo líder, Miquel Iceta, urgió a celebrar el cónclave nacional porque "las gestoras son para tiempos breves". Ningún representante oficial del PSOE asiste a las sesiones en las que el PSC definirá su futura estrategia política.

Iceta está convencido de que los socialistas conseguirán "superar la discrepancia" interna que ha fracturado al partido. Confía en recomponer la situación para que esa grieta interna no vaya a más porque el PSOE "son nuestros hermanos de los que no nos queremos separar ni un solo milímetro". La posición del líder catalán contrasta con las voces de algunos "barones" socialistas partidarios de acabar con una relación que consideran asimétrica.

El detonante fue la persistencia del PSC en el "no" a Rajoy, llevado hasta sus últimas consecuencias con el voto en contra de los siete diputados catalanes en el debate de investidura. Todos ellos fueron acogidos con aplausos ayer al comienzo del congreso lo que, unido a un balance de gestión aprobado por unanimidad, muestra que en el socialismo catalán no hay fisuras. La difícil circunstancia en la que se mueve el PSC le obliga, según su líder, a "no ser rehén de gobiernos que no se hablan entre ellos o de los que como no pueden cambiar la ley, se la saltan", en alusión al PP y a los independentistas.

Miquel Iceta rememoró ayer que en el mismo escenario del cónclave catalán, el Palacio de Congresos de Barcelona, se rubricó en 1978 el protocolo de unidad entre PSC y PSOE. Pese a las difíciles relaciones de ahora, ambos partidos han de "seguir caminando juntos, porque el futuro depende en gran medida de aceptar las diferencias y gestionar las discrepancias".

Para atenuar diferencias, el líder de los socialistas catalanes considera urgente que el PSOE celebre su congreso. En la batalla por los tiempos en que ahora ha mutado el conflicto interno, Iceta apuesta por una solución rápida. "Las gestoras son para tiempos breves", afirmaba ayer antes de poner como ejemplo que, tras la dimisión de su predecesor, Pere Navarro, en 2014, el PSC "también designó una gestora en junio y el congreso se hizo tres semanas después".