El terremoto en el que vive Ferraz produce sus réplicas en Galicia, donde prosiguen los posicionamientos públicos a favor o en contra de Pedro Sánchez y, por tanto, mostrando las brechas que separan los dos bandos en los que se mueven los socialistas gallegos. Ayer respaldaron al secretario general la gestora provincial de Lugo y el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín Formoso, al tiempo que abogan por la convocatoria de primarias y un congreso extraordinario para elegir al nuevo líder del PSOE, en línea con la postura oficial.

La presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, sostuvo que no se trata de una lucha ideológica en el seno del partido, sino de una contienda donde el único objetivo es conseguir el poder. "Es una lucha por el poder y el control del PSOE al margen de la legalidad", sostuvo ayer en una entrevista en la TVG. Cancela defendió la total legitimidad de Pedro Sánchez para intentar formar un gobierno alternativo y se mostró convencida de que hoy en el comité federal triunfará la postura oficial del partido, en el sentido de votar "no" a la investidura de Rajoy y ratificar un congreso extraordinario.

Al comité federal acudirá el alcalde de Vigo, Abel Caballero, partidario de que una gestora tome el mando del partido para reorientar el rumbo. La misma idea que mantiene la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, que también irá al comité.

Mientras tanto, PP y BNG aprovechan para meter baza. El presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, ironizó con que está "asistiendo a la descomposición en directo del PSOE". Y la portavoz del Bloque, Ana Pontón, sostuvo que la deriva socialista es consecuencia del "régimen del sistema de partidos salido después de 1978" .