La negativa de la presidenta del Congreso a poner fecha a la comparecencia del ministro de Economía, Luis de Guindos, en la Cámara, provocó ayer la amenaza del PSOE, a la que se sumó Podemos, de reprobar a la tercera autoridad del Estado. En un conflicto institucional del que no hay precedentes, Pastor trata de eludir la decisión de la Junta de Portavoces de que De Guindos vaya al Congreso para hablar sobre la fallida designación del exministro Soria para ocupar una dirección ejecutiva en el Banco Mundial. Así interpretan los socialistas la resistencia de la presidenta a fijar la fecha de pleno, al amparo de que el Gobierno no ha respondido a su requerimiento de que le indique el momento adecuado para esa comparecencia. Como ya hiciera en la legislatura anterior, el Ejecutivo rechaza someterse al control de la Cámara por considerar que no debe hacerlo estando en funciones. Esta postura propició una reclamación de los grupos parlamentarios ante el Tribunal Constitucional, que todavía tardará semanas en darle una respuesta.

"No valen excusas. No es posible que Pastor haya dejado de ser la presidenta del Congreso para convertirse en la delegada del Gobierno de Rajoy en las Cortes", afirmó ayer el portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, quien defiende la inmediata convocatoria del pleno.

En respuesta a su posible reprobación, Pastor garantiza que se ajustará "siempre" a los acuerdos de la Junta de Portavoces e insiste en que está "pendiente" de que "el Gobierno me diga la disponibilidad para asistir" del ministro De Guindos para fijar el pleno.

Ciudadanos, que apoyó a la exministra de Fomento, no se sumará a la reprobación de Pastor. El Ejecutivo de Rajoy coloca a la presidenta en "el ojo del huracán" con su negativa a ir al Congreso. "Tenemos claro que el Gobierno no va a venir y la presidenta debería convocar ese pleno que aprobó la Junta", manifestó ayer Ciudadanos.