El expresidente valenciano Francisco Camps y el exconsejero Juan Cotino defendieron ayer ante el Parlamento la gestión del accidente de metro de 2006, en la que, según dijeron, el objetivo era intentar paliar el "dolor" de las víctimas y no hubo "consignas mediáticas" ni "apagón informativo".

Ambos comparecieron ante una nueva comisión de investigación del accidente, en el que murieron 43 personas. Camps alabó que Cotino diera "un paso adelante" para colaborar con las familias, dada su experiencia previa en "tragedias de todo tipo", y éste dijo que no le consta "ningún error" de gestión.