Las dificultades de Artur Mas para convertirse de nuevo en presidente de la Generalitat de Cataluña entraron ayer en una nueva fase. En respuesta a las presiones que desde CDC viene recibiendo en los últimos días, la CUP reclamó a Junts pel Sí a una nueva propuesta para someterla a sus bases como paso previo a respaldar al futuro jefe del Ejecutivo catalán. Del rechazo a dar su apoyo a Mas, los anticapitalistas de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) han pasado a no hablar de candidatos y a centrarse en el acuerdo de legislatura.

Una semana después del segundo 'no' a la investidura de Mas, en una rueda de prensa con sus nueve compañeros, el presidente del grupo parlamentario de la CUP, Antonio Baños, atacó ayer las voces "neoautonomistas" en CDC y rechazó tanto los "chantajes" sobre la investidura de Artur Mas, como que los convergentes vuelvan a la ambigüedad sobre la independencia. Esa fue su respuesta a las críticas vertidas por figuras de relieve de CDC, como Andreu Mas-Colell o Francesc Homs, ante las exigencias de los anticapitalistas para lograr un acuerdo de investidura. La CUP rechaza esas presiones y piensa someter a votación en una "asamblea nacional abierta", convocada para el próximo 29 de noviembre, la propuesta formal que les plantee Junts pel Sí (JxSí). La asamblea será "una cita importante y muy definitiva", según la diputada de la CUP, Gabriela Serra. A diferencia de ocasiones anteriores, ningún representante de la formación ha negado su disposición a investir a Mas bajo ciertas circunstancias y condiciones. Los parlamentarios de la CUP rechazaron ayer avanzar el nombre de candidato destinario de su respaldo. "La propuesta tiene que venir para ver la persona que podría ser investida. Cuanto antes lo tengamos, antes lo solucionaremos", apuntó Gabriela Serra. Las elecciones generales del 20 de diciembre carecen de toda influencia en este proceso catalán, según Baños, quien ha subrayado que "trabajamos para cumplir con un mandato y lo que pase en esas elecciones a nosotros no nos preocupa, porque no nos presentamos y estamos por otras cosas".

El antiguo socio de Convergencia, el líder de Unió, Josep Antoni Duran mostró ayer su desagrado ante la perspectiva de que el desbloqueo de la investidura del futuro presidente de la Generalitat pase por una asamblea de la CUP. Para Duran, ahora existen dos posibilidades: "O hay un Govern que depende de la CUP, o no hay Govern y nuevas elecciones". Con cualquiera de las dos opciones, Cataluña está condenada a "un periodo de inestabilidad, incertidumbre e ingobernabilidad". "Si Mas hubiera buscado una alternativa a la CUP y se hubiera sentado con otros grupos, podría haber una perspectiva diferente", concluyó.