Para el profesor Xosé Rúas, "el contexto actual de crisis exige, como mínimo, una ceremonia austera y sencilla, dentro de las lógicas exigencias del protocolo, aunque eso sí, libre de toda pomposidad". Para Almudena Bergareche, "el Protocolo con Capa y Corona que se ve en las películas ya no está de moda y solo lo mantienen algunas monarquías en las que los actos simbólicos son determinantes".

"Nuestra Constitución solo prevé que preste juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y las Comunidades Autónomas; algo que el Príncipe Heredero ya tuvo que hacer cuando fue declarado tal", expresa la experta en Derecho Constitucional. Añade que el protocolo del Acto cuando el nuevo Rey sea proclamado ante las Cortes no debe diferir "del que se realizó cuando fue proclamado su padre o quizás se reduzcan algunos gastos, quién sabe", expresa. Al menos eso es lo que cree Bergareche, teniendo en cuenta los casos previos.