El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska advirtió ayer, durante el juicio de 19 acusados del asedio al Parlament catalán en 2011, que se había detectado durante uno de sus recesos la presencia de estupefacientes en los baños de la sede judicial.

Tras un receso, el presidente de la sala dijo que "tenía que plantear 'una cuestión de orden'" a los efectos de que no vuelva a producirse una situación de consumo de drogas en la sede judicial, en alusión a que personas hubieran podido fumar porros.Durante la vista, varios diputados y exparlamentarios relataron el miedo y la coacción que sufrieron al verse acorralados y agredidos por manifestantes que obligaron a algunos de ellos a acceder a la Cámara en helicóptero.

En la jornada de hoy continuará la vista con la declaración testifical, entre otros, del presidente catalán, Artur Mas, por videoconferencia desde la Generalitat.