Mariano Rajoy se mostró ayer dispuesto a "llegar a un entendimiento en los próximos días" con el PSOE y el resto de los grupos del Congreso sobre materias como el cumplimiento del objetivo de déficit y la lucha contra el desempleo juvenil.

Durante su intervención en el pleno, Rajoy juzgó posible el acuerdo sobre estas dos cuestiones, así como acerca del papel que deben jugar el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Banco Central Europeo (BCE) en la salida de la crisis.

Todo ello, de cara a la cumbre europea de finales de junio, aunque el presidente del Gobierno no se refirió en su intervención a la propuesta del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de celebrar antes un pleno monográfico para consensuar una postura sobre las prioridades españolas.

"Sería bueno que esta Cámara defendiera una postura si no unánime, sí muy mayoritaria", dijo Rajoy. Previamente, y para defender su solicitud de celebrar un pleno extraordinario, Rubalcaba había dicho: "Creo que podemos alcanzar prácticamente la unanimidad en esta Cámara, y usted irá apoyado por todos los españoles. Usted será más fuerte en Bruselas y España será por tanto más fuerte en Bruselas".

Durante su intervención, el líder del PSOE se congratuló por el "cambio de discurso" de Rajoy, que -a su juicio- se acerca a los planteamientos que vienen defendiendo los socialistas.

Posteriormente, en una rueda de prensa en la Moncloa con el canciller federal de Austria, Werner Faymann, Rajoy se declaró convencido de que "mucha gente" que ahora es "crítica" con las decisiones de su Ejecutivo "reconocerá" más adelante que no debería haberlo sido, ya que, recalcó, "todo lo que está haciendo" su gabinete "al final producirá efectos positivos para los españoles".

Además, Rajoy dijo que se reunió con los expresidentes Felipe González y José María Aznar porque, "por sus conocimientos y su historia en este país", pueden aportar "cosas útiles para la mejor gobernación de España".