El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha evocado a Manuel Azaña para decir que la libertad no hace felices a los hombres, pero sí es lo que los hace hombres, y ha asegurado que vale en este caso para señalar que la libertad de la maternidad es la que hace a las mujeres "auténticamente mujeres".

"Mientras exista en España la más mínima posibilidad de que una mujer no pueda, en plenitud, ejercer su derecho a la maternidad, de este grupo parlamentario (PP) y de este gobierno tendrá siempre la solidaridad y no la actitud de silencio cómplice culpable que practica el Partido Socialista", ha enfatizado en el Senado.

El ministro ha respondido en el pleno a una pregunta del senador socialista Roberto Lertxundi, quien le ha preguntado si cree que las mujeres en España han sido alguna vez más libres que ahora para decidir sobre su maternidad.

El parlamentario socialista ha relacionado la pregunta con una declaraciones recientes del ministro sobre que las mujeres en España "no son libres para decir sobre su maternidad", según el senador.

Lertxundi ha recriminado que el ministro empleara en su día conceptos que pertenecen al "universo intelectualidad de izquierdas" y al feminismo, como el de "violencia estructural" y "violencia estructural de género".

Según el senador, empleó esos conceptos para proclamar políticas "reaccionarias en materia sexual" con la excusa de querer defender las libertades, lo que ha considerado una "trampa".

Ayudar a las mujeres que quieren ser madres "no tiene nada que ver", ha insistido, con la reducción del acceso a la interrupción del embarazo para quienes deseen hacerlo, sino que se debe "castigar" a los empresarios que discriminan a las embarazadas.

Ruiz-Gallardón ha replicado que la actitud progresista y no conservadora consiste en defender que "nunca una libertad está suficientemente garantizada" y que siempre que exista la más mínima duda, aunque sea para una persona, el Gobierno y los Poderes Públicos tienen que actuar.

"Eso es lo que vamos a hacer nosotros para garantizar el derecho a la maternidad", ha apostillado.

También ha deducido que el senador no discrepaba de sus tesis de la violencia estructural de género existente en algunos casos en España, sino que molesta a los socialista que lo que es un pretendido monopolio de utilización de determinado conceptos los haya utilizado un ministro que no pertenece al socialismo.

"Yo hablo de una libertad para la mujer -ha dicho el ministro- que no se vea condicionada ni por expectativas ni por prejuicios, una libertad que signifique que no tenga que decidir en función de intereses económicos, sino en función de su propia libertad de elección".

Ha añadido que habla de una libertad que no existe cuando falta el apoyo familiar como consecuencia de que esa mujer puede ser inmigrante y estar lejos, o falta el apoyo social porque está desestructurada su familia.

"Hablo de una libertad -ha señalado- que consiste en que una mujer que se enfrenta al gravísimo conflicto de decidir si interrumpe o no su embarazo tenga una respuesta por parte de los poderes públicos que llegue mucho más lejos de decirle: está despenalizado (el aborto), me olvido de tu problema".