España y Francia dieron ayer un paso más en su cooperación policial, que ampliarán para luchar contra la financiación de todo tipo de terrorismo y desmantelar las redes de la inmigración ilegal y del narcotráfico, según la declaración suscrita ayer por los presidentes de los dos países, José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolas Sarkozy, con motivo de la XXI cumbre bilateral celebrada en Madrid. En rueda de prensa conjunta, Zapatero destacó que con este acuerdo la cooperación bilateral en temas de seguridad da un “salto cualitativo” y defendió que la “gran experiencia” que los dos países han acumulado en la lucha contra ETA supone un “buen modelo” para la prevención del terrorismo islamista que amenaza por igual a uno y otro país.

En opinión de Sarkozy, este acuerdo rompe con la “antigua” separación entre terrorismo político, religioso y actividades mafiosas. El presidente francés, que subrayó que los terroristas “se alimentan de la actividad mafiosa” apostó por “atacarles en el bolsillo”, donde “más les duele”.

Según el texto de la declaración, España y Francia pondrán en marcha “operaciones comunes” para desmantelar las redes que trafican con personas. Estas operaciones implicarán también la detención de los inmigrantes que se encuentren en situación ilegal y que hayan caído en las manos de las mafias.

Este es el principal acuerdo que ha salido de la cumbre bilateral entre los dos países, que se celebró coincidiendo con la visita de Estado que el presidente francés inició el lunes, acompañado por su esposa, la ex modelo y cantante Carla Bruni.

Para desarrollar esta nueva colaboración policial –España y Francia tienen desde 2004 equipos conjuntos para luchar contra ETA, que luego se ampliaron al tráfico de drogas y el terrorismo islamista– se “irá aumentando” la presencia de oficiales de enlace en los servicios especializados.

Los dos países también se comprometen a participar, “cada vez que sea necesario” y cuando “juzguen oportuno”, en vuelos conjuntos para repatriar a los inmigrantes ilegales a sus países de origen y se apoyarán “mutuamente en los procesos de identificación” de los ‘sin papeles’. La extensión de la cooperación policial bilateral a la inmigración ilegal responde a la voluntad de los dos países de “reforzar aún más” esta colaboración a otros aspectos que tienen que ver con la seguridad interior, tras la exitosa experiencia de los esfuerzos comunes frente al terrorismo. Para ello, deciden crear un comité de planificación y de coordinación estratégica de seguridad interior, que reunirá semestralmente a los directores generales de las fuerzas de seguridad del Estado.

El presidente francés exige que España esté en el G-20

Sarkozy mostró su respaldo a que España sea “miembro del G-20” ya que es una de las principales veinte economías del planeta. Indicó que “era profundamente injusto” que España no estuviera presente en las reuniones de este foro y advirtió que no se puede exigir a este país que cumpla con todas sus obligaciones internacionales y después negarle, por razones de “costumbre” el “escaño al que tiene derecho”.

El presidente galo garantizó por otra parte el apoyo “total” de España durante la presidencia española de la UE, animándole a impulsar la defensa del medio ambiente imponiendo leyes para su protección a las empresas europeos y cerrando la puerta al mercado europeo a los productos de otros países que no respeten medio ambiente o las “normas morales”.

Para Sarkozy, medidas como éstas no son proteccionistas y animó también a Zapatero, presente en el hemiciclo, a convencer a Estados Unidos de que se una a la lucha europea contra el cambio climático y a impulsar también la Europa de la Defensa.

El líder francés, que manifestó su “admiración” por los jóvenes deportistas españoles que “vencen en todos los campeonatos y arrebatan todas las medallas” y también por el Rey, fue presentado a los diputados por el presidente del Congreso, José Bono, que aseguró que Sarkozy no deja “indiferente a nadie”.

Según Sarkozy, el tiempo en el que España y Francia se limitaban a adoptar declaraciones políticas sobre la mejora de las interconexiones “ha quedado atrás”. Tras reconocer que en su país “durante demasiado tiempo ha habido una ausencia de voluntad política para crear infraestructuras a la altura” de los intercambios y las relaciones entre los dos países, abogó por “menos discursos y más decisiones”. Así, defendió que “dentro de tres años” Barcelona esté “a menos de cuatro horas de Lyon” en AVE.

“Zapatero es un político brillante”, zanja Sarkozy

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, calificó ayer de “muy brillante” a José Luis Rodríguez Zapatero y atribuyó a la “mediocridad” del debate político francés unas supuestas declaraciones suyas en las que dudaba de la inteligencia del jefe del Ejecutivo español. Durante la rueda de prensa con la que concluyó la XXI cumbre hispano-francesa, Sarkozy fue preguntado por la información publicada la semana pasada por el diario Libération, según la cual el presidente galo, en un encuentro con parlamentarios franceses, dijo que Zapatero “puede que no sea muy inteligente”. Sarkozy negó estas palabras y las circunscribió a un “mediocre debate de politiqueo en Francia”.

Rechazó así que haya habido algún malentendido con Zapatero y manifestó que ninguno de los dos tiene tiempo para perderlo en cuestiones de este tipo. “Nos conocemos muy bien y nuestra relación va mas allá de la fraternidad profesional”, afirmó el presidente francés. “¿Cree que carezco de experiencia y que podría caer en una trampa así? No”, se respondió. En este contexto, calificó a Zapatero de “muy brillante” y, bromeando, elogió su juventud y lo “rápido” que corre.

Entre los puntos de acuerdo que les unen, destacó la decisión de suprimir la publicidad en la televisión pública y su interés por los derechos de autor, algo que atribuyó a que sus respectivas esposas –las dos cantantes– trabajan en el ámbito de la cultura.

Esta fue la tónica de una rueda de prensa en la que los dos mandatarios no escatimaron los elogios mutuos. “Ha demostrado ser el mejor amigo de España que se puede tener”; “sabes perfectamente que la voluntad de España, de los españoles, es tener un firme entendimiento con Francia y que el aprecio hacia Francia y hacia la figura de su presidente es un aprecio profundo, intenso, sincero, sentido y para siempre”, dijo Zapatero a Sarkozy.