efe/europa press  Madrid

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha convocado hoy a sus presidentes autonómicos para hablar de la crisis económica y de la financiación autonómica. Los populares son conscientes de que se avecinan meses difíciles para las familias y las pymes y quieren plantear sus propias alternativas para para salir cuanto antes de esta situación, de un modo similar a como hizo José María Aznar en 1996. Además, Rajoy se quiere reunir con los alcaldes y no descarta movilizaciones si no se toman medidas que, a su juicio, contribuyan de verdad a paliar la mala situación económica de los municipios.

También estará sobre la mesa la celebración del Debate sobre el estado de las Autonomías, una petición que ya ha solicitado formalmente el Grupo Popular en el Senado.

Cerrados todos los congresos regionales, el PP ya tiene listo su plantel autonómico. La consistencia de los barones más poderosos, con Esperanza Aguirre y Francisco Camps a la cabeza, se combinará durante los próximos años con el empuje de cuatro caras nuevas, dos de ellas en territorios muy difíciles: Cataluña y País Vasco.

Cataluña y el País Vasco

La nueva presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y el nuevo hombre fuerte del partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, son las más resonadas incorporaciones al equipo popular, y no llegan como secundarios, pues en ambas comunidades autónomas el partido está acuciado por la exigencia de preservar un estatus que, sobre todo en los últimos años, parecía resquebrajarse.

La nueva presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y el nuevo hombre fuerte del partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, son las más resonadas incorporaciones al equipo popular, y no llegan como secundarios, pues en ambas comunidades autónomas el partido está acuciado por la exigencia de preservar un estatus que, sobre todo en los últimos años, parecía resquebrajarse.

En Cataluña era más palmario el declive por el que se precipitaba el PP después de la dimisión de Piqué y de la etapa de transición comandada por Daniel Sirera, pero también, y más notoriamente, por los resultados de las últimas elecciones.

El País Vasco era el otro "talón de Aquiles" de los populares, no tanto por su cabida en la Cámara de Vitoria, quince parlamentarios, como por las convulsiones vividas este año, cuando la ya ex presidenta del partido, María San Gil, decide abandonar la nave por discrepancias con el líder nacional, Mariano Rajoy.

La marcha de San Gil, un símbolo para muchos votantes del PP, enturbió aún más el clima con el que se desarrolló la fase previa al congreso nacional, que ratificó a Rajoy en el timón del barco y configuró una nueva capitanía.

El PP_afrontó los congresos regionales con dos urgencias territoriales sobre la mesa: qué hacer en Cataluña y País Vasco. Sánchez-Camacho vivió un congreso muy agitado, pues recibió el apoyo del 57 por ciento de los populares catalanes, en tanto que Basagoiti salió más airoso, con un respaldo del 82 por ciento.

Luisa Fernanda Rudi, la nueva presidenta del PP en Aragón, y José Antonio Monago, en Extremadura, son las otras dos incorporaciones, y no vienen a reforzar puestos menores. En ambas comunidades autónomas el Partido Popular no consigue hacerse con el poder, frenado por el empuje de los candidatos socialistas.