La presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero; el diputado general de la provincia, Markel Olano; la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate; el Ararteko, Iñigo Lamarca, y el alcalde donostiarra, Odón Elorza, son algunos de los representantes institucionales que se han sumado a esta ceremonia, a la que han acudido junteros y concejales de PSE, PNV, EA, PP, EB y Aralar.

También han estado presentes dirigentes de formaciones políticas, entre ellos los socialistas Patxi López, Jesús Eguiguren y Miguel Buen; así como Regina Otaola (PP), Iñaki Galdós (EA) y Antton Karrera (EB).

El acto ha contado asimismo con la asistencia de numerosas víctimas del terrorismo, entre las que se encontraban la viuda y la hija mayor de Isaías Carrasco, Marian Romero y Sandra, respectivamente.

La presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, y la de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua, han acudido a este homenaje, en el que han estado representadas asociaciones de víctimas procedentes de Euskadi, Andalucía, Extremadura, Canarias o Cataluña.

El objetivo de este acto era inaugurar un conjunto escultórico creado por el artista vasco Iñaki Olazábal en memoria de todas las víctimas del terrorismo y la violencia.

Frente al monumento, Rafaela Romero se ha dirigido a los presentes para decirles que, aunque tienen ideas diferentes y "sensibilidades" que les separan en el debate político, sí tienen algo que les "une", que es la "memoria y el recuerdo a unas víctimas" que han demostrado "la sinrazón de la violencia".

"Ellas nos piden unión frente al terrorismo, ellas claman por un futuro mejor" y "esta escultura nos recordará cada día que, en silencio, están gritando paz y libertad", ha agregado Romero.

Ha asegurado que existe una "deuda" con estas personas que "no puede pagarse ni con toda una vida de homenajes, esculturas y ofrendas florales", al tiempo que ha insistido en que "este pueblo necesita la paz", ya que se lo debe a los "vilmente asesinados" y a las "generaciones futuras".

Romero ha opinado que las Juntas Generales al ser "sede de la palabra, el diálogo y el entendimiento entre diferentes" constituyen "uno de los mejores lugares para el reconocimiento de las víctimas".

Tras la intervención de Romero, los asistentes han guardado un minuto de silencio y han llevado a cabo una ofrenda floral ante el conjunto escultórico de Iñaki Olazábal, integrado por tres piezas a escala humana, construidas en zinc, que busca evocar la pluralidad del colectivo afectado por el terrorismo y la violencia de naturaleza diversa.