El ex regidor de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma Javier Rodrigo de Santos, investigado por sustraer 50.804 euros de las arcas municipales y gastarlos en locales de alterne gays, devolvió ayer el dinero. Rodrigo, del PP, atribuyó este problema en un burofax a un problema de salud, si bien ante sus compañeros detalló y reconoció problemas de adicción a las drogas. Para la presidenta de los populares en Baleares, Rosa Estarás, "lo que se ha hecho no es un gesto, lo que no es de uno se ha de devolver", mientras que la alcaldesa de la ciudad cuando ocurrieron los hechos, Catalina Cirer, dijo sentirse "engañada".
La noticia saltó el jueves y relacionaba al ex regidor de Urbanismo de Palma con la utilización de dinero público a través de una tarjeta de crédito del Ayuntamiento.
Rodrigo, expulsado de las filas del PP desde el jueves, acudió a primera hora a su puesto de trabajo y se reunió con compañeros y empleados, a los que reconoció la veracidad de la información y su adicción a las drogas, según fuentes presenciales. La delegación de Economía y Hacienda ya ha sustituido al ex concejal del segundo puesto que venía ocupando a otro menos visible y que implica menos representatividad, al menos hasta que se resuelva la querella interpuesta contra él por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Baleares y por la que podría enfrentarse a cargos de malversación de caudales públicos.
Revuelo social
La ex alcaldesa de Palma que ocupó el cargo cuando sucedieron los hechos, Catalina Cirer, lamentó sentirse "engañada" por los gastos de la tarjeta de Rodrigo registrados a horas intempestivas y en empresas cuyas actividades no se corresponden con el servicio que ofrecen. Cirer sostuvo que los titulares de prensa reflejan a un "desconocido" para ella, si bien no se siente "legitimada para juzgar la vida de nadie".
El caso de Javier Rodrigo de Santos ha causado revuelo social en Mallorca porque este funcionario de alto rango -es el número dos de la delegación de Economía y Hacienda en Baleares del Ministerio de Economía- está casado, tiene varios hijos y se le vincula con organizaciones católicas.
