El BNG quiso ejemplificar ayer la diferencia entre su propuesta y la del resto de partidos y así erigirse como el "voto útil" el próximo día 26, a pesar de que en las elecciones generales de diciembre se quedó sin representación en la Cámara. De llegar al Congreso y poder condicionar la elección del próximo Gobierno, una de las demandas que pondrán sobre la mesa será la creación de una tarifa eléctrica gallega que rebajaría, según sus cálculos, un 30% el recibo de la luz a los ciudadanos gallegos.

La portavoz nacional frentista y candidata a la Presidencia de la Xunta en los comicios de octubre, Ana Pontón, protagonizó una quema de facturas eléctricas con el lema "estafa" estampado en ellas frente a una oficina de Gas Natural Fenosa en Santiago, en compañía, entre otros, del candidato por A Coruña al Congreso, Carlos Callón.

Pontón, que también ha convertido la campaña de las generales en una plataforma para impulsar su conocimiento social antes de la cita de octubre, denunció el "expolio energético" que padece la comunidad , así como subrayó el sinsentido de que Galicia cuente con una de las tarifas eléctricas "más caras de toda la UE", mientras es una comunidad con excedente energético y "los salarios y pensiones más bajos". "Es un disparate", lamentó.

Callón incidió en la misma línea. "Cuando compramos unas naranjas del Levante peninsular, pagamos el transporte por traerlas hasta aquí; sin embargo, cuando hablamos de la energía eléctrica no solo no somos beneficiados, sino que tenemos que pagar los costes del transporte de energía que producimos aquí", declaró.