El Partido Popular obtendría en las elecciones del 20N una victoria arrolladora. Mariano Rajoy lograría entre 184 y 190 escaños, un triunfo que rompería el techo histórico marcado por José María Aznar en el año 2000, cuando cosechó 183 diputados. En la actualidad, el PP tiene 154 actas en el Congreso. La candidatura socialista que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba sufriría, mientras, un durísimo correctivo electoral que le dejaría en una horquilla de entre 123 y 128 escaños, un mal resultado que, sin embargo, podría mejorar el que obtuvo Joaquín Almunia en el 2000, cuando fijó el suelo de los socialistas en 125 representantes. Hasta que se renueve el Parlamento, el PSOE cuenta con 169 actas en la Cámara baja.

Según el estudio elaborado por Ipsos para FARO, la mayoría absoluta de Rajoy le permitirá formar un gobierno estable y en solitario, sin la necesidad de rubricar pactos con otras fuerzas políticas, una práctica obligada en los dos mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero.

La diferencia, en puntos porcentuales entre el PP y el PSOE se situaría en 12,7, una victoria que es todavía mayor si tenemos en cuenta que los populares arrancaban con una desventaja de cuatro puntos respecto a las últimas elecciones de 2008. Así, según el trabajo de Ipsos, la formación de Rajoy acapararía el 44,5% de los sufragios emitidos el 20N [en 2008 obtuvo el 39,9%], mientras que los socialistas se quedarían en un 31,8% [frente al 43,9%]. Esta diferencia permitiría al líder del PP contar con el mayor colchón de diputados en la historia de su partido, desbancando la marca de Aznar.

Aportación gallega

El éxito de Rajoy se vería reafirmado por la abrumadora convicción de los electores de que el PP ganará el próximo domingo. Ocho de cada diez personas consultadas por Ipsos da por hecha la victoria del PP –casi la mitad apuesta por una mayoría absoluta–, mientras que solo el 3,8% de los preguntados piensa en una eventual victoria socialista [ver información completa en la siguiente página]. Galicia, por su parte, aportaría su grano de arena en la victoria de Rajoy, al sumar 14 diputados, tres más que en 2008.

Según los resultados del trabajo, el 20N ofrecería unos resultados muy positivos para otras dos formaciones. Izquierda Unida, con Cayo Lara al frente, conseguiría prácticamente doblar el número de apoyos respecto a 2008. La formación de izquierdas se beneficiaría, en este caso, de un corrimiento de votos procedentes del PSOE, electores que estarían castigando a los socialistas por los recortes promovidos en los últimos meses por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Izquierda Unida atraería el 6,1% de los sufragios [frente al 3,8% de los últimos comicios], una tasa que se traduciría en un sustancial incremento de diputados. En la actualidad, solo tienen dos actas [frente a las cinco, por ejemplo, que llegaron a tener en 2004] y forman parte del grupo mixto, una situación que no se repetiría al poder conformar su propio grupo. Se da la circunstancia de que Gaspar Llamazares que se presentó por la circunscripción de Asturias al tener que ceder a Cayo Lara la cabeza de lista de Madrid, se mantendría en el Congreso de los Diputados.

La otra formación que habría salido muy bien parada de la cita electoral sería UPyD, al menos en lo que a porcentaje de votos se refiere. El partido de Rosa Díez –que solo tiene un escaño– pasaría del 1,2% de apoyos al 4,1%, si bien sus apoyos quizá no se traduzcan en representantes, por la concentración en escasas circunscripciones.