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Una confidencia premonitoria

"Me acusarán de información privilegiada, enriquecimiento injusto y estafa a los inversores", escribió Sousa en 2013

"Me doy cuenta de que no hay ninguna posibilidad de evitar las consecuencias de la quiebra, que será fraudulenta, y que me arrastrará sin duda a la cárcel y la ruina". Son palabras del expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa, escritas a un confidente en julio de 2013 y reveladas por FARO en el reportaje Así vivió Sousa el derrumbe de su imperio, que fue incorporado al sumario al contener información que "puede ser objeto de investigación". El juez Pablo Ruz ya había decidido, a petición de Luxempart, incorporar el artículo de FARO a la causa, pero la defensa de Sousa recurrió aludiendo "vulneración del derecho a la presunción de inocencia de su representado y vulneración del derecho a la intimidad". El empresario nunca reconoció su autoría.

En las mismas comunicaciones Sousa reconocía no solo las dificultades económicas de Pescanova, sino sus temores acerca de su futuro profesional y vital. "Ver liquidar Pesva [por Pescanova] por partes, después de tantos años de haberla construido y mantenido, es un gran dolor. Pero más dolor es aún no haberlo hecho antes cuando quería comprar la mitad Unilever y con ello el futuro de mi vida y la de mis hijos hubiera sido bien distinto", escribía en noviembre de 2012, ejercicio sobre el que la excúpula pretendía declarar beneficios de 36,6 millones. Se destaparía después que los números rojos rozaban los 800, con 1.500 millones de agujero patrimonial.

"La semana que viene -relató en abril de 2013- será una de las más duras cuando publiquen que vendí muchas acciones justo antes del preconcurso. Me acusarán de información privilegiada, enriquecimiento injusto y estafa a los inversores (entre 4 y 6 años de cárcel). Será un gran escándalo en la prensa". Son tres de los delitos de los que le acusa el auto que ponía fin ayer a la fase de instrucción, además de los de falseamiento de cuentas anuales, información contable, estafa, insolvencia punible e impedimento de la actividad del supervisor.

"La prensa sigue destrozándome [...] ya creó el estado de opinión de que soy culpable y soy el villano de esta historia. No he sido capaz de comunicar y la verdad es que es muy difícil ya que muchas de las cosas que dicen son ciertas [...] Tendré que ser capaz de decir que de los 37 años no se pueden ignorar muchos de los aciertos". Sousa siempre ha reivindicado que, pese a "errores", Pescanova -ahora Nueva Pescanova- "esta ahí y es una gran empresa".

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