Cada trabajador gallego destina, de media, 6.613 euros al año en cotizaciones a la Seguridad Social. Esta cifra representa un 24,19% del coste laboral (la cantidad total que abona la empresa, que incluye salario bruto, pagos a la Seguridad Social o prestaciones en especie). Desde que en el año 2011 marcase niveles en el 22,69%, el peso de las cotizaciones sociales sobre el coste laboral se ha elevado en 1,5 puntos.
La presión fiscal de Galicia en este apartado es la segunda más elevada de toda España, tan solo superada por la de Navarra, en donde el peso de las cotizaciones a la Seguridad Social sobre el coste laboral asciende al 24,31%. Estas cifras superan de manera holgada a la media registrada en el conjunto del país, que según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística se sitúa en el 23,12%.
Entre los factores que influyen sobre el porcentaje del coste laboral que va a parar al pago a la Seguridad Social se encuentran el nivel de renta, el tipo del contrato (el gravamen de los indefinidos es de un 35,58% sobre la base, frente al 36,8% de los temporales) y régimen del sistema. Además, están las bonificaciones fiscales que existen por conversión de contratos mientras la tasa de paro en el país continúe por encima del 15%.
Cuestión de ingresos
Por el lado de los ingresos, las tres comunidades salarios más bajos -Galicia, con 1.655 euros al mes, Canarias, 1.590 euros y los 1.559 de Extremadura- se sitúan como la segunda, tercera y séptima, respectivamente dónde se produce el mayor trasvase de dinero del coste laboral a las arcas de la Seguridad Social - ver gráfico-.
La razón se encuentra en que las bases -las cantidades sometidas al gravamen- tienen un tope máximo de 3.751,20 euros al mes. Como ejemplo, para aquellos trabajadores que cobren 5.000 euros al mes, los 1.248,2 euros de diferencia están exentos de cara a los pagos a la Seguridad Social. De hecho, son los trabajadores madrileños, que encabezan el ranking de salarios (2.275 euros al mes), los que menos porcentaje del coste laboral ven destinado a la Seguridad Social (un 21,46% del total), seguidos de los empleados catalanes (23,08% del total).
Esta situación se traslada también a los pagos abonados a la Seguridad Social por las grandes empresas gallegas, cuyos trabajadores cobran un 53,6% más que los de las pequeñas. Mientras que en el primer caso, el peso de las cotizaciones sobre el coste laboral es del 22,9%, frente al 24,97% que lo hace sobre aquellas de menos de 50 trabajadores.
En el lado contrario, las aportaciones voluntarias de las empresas gallegas a planes de pensiones o diferentes tipos de seguros representan apenas un 0,39% del coste laboral total, frente al 0,56% registrado de media en el conjunto del país o el 0,86% de la Comunidad de Madrid.
