El Grupo PSA vive un momento dulce en bolsa. La multinacional automovilística francesa, que mañana presenta sus resultados semestrales, es el fabricante de coches de Europa que más se ha revalorizado en el parqué en lo que va de año, el 17,23%, con la acción ayer a 18,17 euros. El particular rally bursátil del consorcio presidido por Carlos Tavares está basado en la mejora de sus números y en haber salido indemne de la crisis del diésel. El escándalo de las emisiones del Grupo Volkswagen y las acusaciones ahora de cártel contra los principales fabricantes de automóviles germanos -bajo investigación por las autoridades de competencia de la Comisión Europea- han hundido su cotización.
La subida en bolsa de PSA solo es comparable con la registrada por el conglomerado italoamericano FCA (Fiat Chrysler Automobiles), que se ha revalorizado el 15,7% este año. Fuera de Europa, solo el fenómeno Tesla (cuya capitalización ya supera a la de gigantes tradicionales del motor como BMW o General Motors) y Ferrari han experimentado un mejor comportamiento en bolsa que la multinacional francesa, que se consolida así como el fabricante generalista que más aumentó su cotización en ese periodo. El valor de la acción pasó de los 15,5 euros el pasado 30 de diciembre a 18,17 euros ayer.
El grupo francés presenta mañana sus resultados semestrales, que se esperan positivos tras haber mantenido su nivel de ventas gracias al retorno a Irán y a la marca Peugeot, y por el empuje de su filial de componentes Faurecia, que elevó un 30% su beneficio neto en los seis primeros meses del año, hasta los 314 millones de euros (con una facturación de 8.584,7 millones de euros). La multinacional ha logrado en tiempo récord reconducir sus pérdidas millonarias (Grupo PSA llegó a quemar más de 200 millones de euros en cash al mes), sanear su balance, renovar su gama de vehículos, volver a beneficios y cerrar la adquisición del fabricante alemán Opel.
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Las marcas alemanas, por su parte, se han visto perjudicadas por el escándalo del grupo Volkswagen, que falseó los datos de emisiones de sus modelos diésel con un software ilegal, y por las acusaciones ahora de cártel por parte de algunos medios al conjunto de los fabricantes de coches germanos. Las acciones de Daimler han caído en lo que va de año el 14,1% y las de BMW, el 11%, mientras que las de Volkswagen se mantienen planas (0,75%). Solo Porsche sube el 6,6%.
El Gobierno alemán confirmó ayer que las autoridades de defensa de la competencia europeas investigan la existencia de un presunto cartel de la industria del motor alemana y confió en que las acusaciones se aclaren "por completo" ante la importancia del sector. Berlín aseguró que se enteraron de ese presunto cártel el viernes al publicar el semanario Der Spiegel que Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler han acordado desde los años 90 cuestiones relacionadas con tecnología, costes, suministradores e incluso la limpieza de las emisiones de los vehículos diésel.
