El grupo de ingeniería y construcción Isolux solicitará el concurso voluntario de acreedores -uno de los mayores de la historia empresarial española- con una deuda de 1.675 millones de euros y con seis ofertas sobre la mesa por diversas unidades productivas de la compañía.

El futuro de la empresa ha quedado en manos de tres administradores nombrados por la junta de accionistas tras la dimisión en bloque del consejo de administración, formado por el presidente, Nemesio Fernández-Cuesta y seis consejeros. Fernández-Cuesta subrayó que la empresa "se ha ganado el derecho a sobrevivir" y mostró su confianza en que la ofertas recibidas "permitirán la pervivencia de la actividad empresarial".