Asime, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), cumplirá el próximo otoño cuarenta años. Lo que empezó como una entidad de ámbito provincial con un centenar de empresas se ha convertido en un referente sectorial reconocido incluso fuera de la comunidad, con más de 600 socios de distintos subsectores que emplean a 65.000 trabajadores, y en el germen de otras organizaciones más recientes, como los clústeres. La asociación se enfrenta ahora a nuevos retos, como ayudar a las empresas a sobrevivir a la cuarta revolución industrial o a hacer frente a la dura competencia que ya ejerce el norte de Portugal por sus costes y ventajas fiscales.
La asociación se constituyó el 7 de octubre de 1977, al amparo de la entonces recién aprobada ley 19/77 de Libertad Sindical, con la que se crearon también las confederaciones de empresarios. En su caso, un centenar de industriales metalúrgicos -la mayoría de Vigo- daba el paso con el objetivo de defender sus intereses y ayudar a los asociados en materia de formación, promoción, etc. En sus primeros años de vida, Asime asistió en primera persona a la reconversión naval de los ochenta y a la consolidación de un parque de proveedores de automoción en torno a la planta de Vigo del Grupo PSA.
A estos dos sectores, automoción y naval, se unieron a lo largo de los años otros como la metalmecánica y el transporte, las energías marinas, las construcciones y estructuras metálicas, la aeronáutica, el aluminio (extrusión, carpintería y cerramientos), los ascensores y elevadores y los servicios complementarios (logística, sistemas de información y comunicación), entre otros. Asime pasó de las 100 empresas de sus orígenes a unas 170 en 2002 y a más de 600 en la actualidad, que emplean a 65.000 trabajadores, y abandonó el ámbito pontevedrés para convertirse en la patronal del metal de Galicia con presencia en las cuatro provincias.
En el crecimiento de Asime han tenido una influencia decisiva los seis presidentes que ha tenido desde su constitución: José Davila, Carlos San Martín, José Baliño, Ángel Martín Caloto, José María Hidalgo y Julio Gómez, así como los diferentes miembros de la junta directiva que los han acompañado. Especial mención merece Hidalgo, ya que durante su etapa (18 años, hasta 2009), Asime consiguió un importante desarrollo tanto en número de socios como en representatividad y dio el salto a los mercados internacionales, con iniciativas como el Asime Business Center, que abrió una sede en Brasil.
La asociación también ha sido el germen de otras organizaciones empresariales más recientes como el Consorcio Aeronáutico Gallego (CAG), el Galician Offshore Energy Group (GOE) y el Metal Cluster Galicia (Fundación Clúster Metalúrgico de Galicia), y su experiencia ha servido de base para la constitución de entidades como la Fundación Clúster de Empresas de Automoción de Galicia y la Asociación Clúster del Naval Gallego (Aclunaga).
En la actualidad, Asime forma parte del comité ejecutivo de Confemetal y a nivel internacional está integrada en varias organizaciones representativas del sector del metal como ORGALIME (Liaison Group of the European Mechanical, Electrical, Electronic and Metalworking Industries) y CEEMET (Council of European Employers of the Metal, Engineering and Technology-Based Industries), y de nuevos segmentos de negocio como la eólica marina en la Wind Europe Association. También está en la Federación Luso-Galaica de Industriales Metalúrgicos (Feluga), en colaboración con Aimmap (Associação dos Industriais Metalúrgicos, Metalomecânicos e Afins de Portugal).
