Los inversores remataron ayer con tres días de rally en la cotización de la vieja Pescanova (Pescanova SA), que regresaba el día 7 al parqué tras más de cuatro años suspendida y que llegó a revalorizarse más de un 1.000% para sorpresa de muchos analistas. Pero los títulos de la antigua multinacional pesquera, que a día de hoy solo posee un 1,6% del capital de Nueva Pescanova, se desplomaron un 57,6% y cerraron por debajo del euro (el lunes llegaron a superar los tres euros). De este modo la capitalización bursátil ha quedado en los 25 millones de euros, muy por encima de los siete del jueves pasado pero a años luz de los 170 con los que se había despedido de la Bolsa en marzo de 2013.
Teniendo en cuenta el volumen de acciones comercializadas (22,7 millones) y el efectivo generado (33,5 millones de euros) es probable que los accionistas hayan aprovechado para recoger beneficios sin que haya calado en exceso y de momento la advertencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que recordó que los títulos de la vieja Pescanova se habían comercializado a tres céntimos hasta hace diez días. Una burbuja de estas características es peligrosa para inversores no expertos dada la iliquidez y volatilidad del valor.