La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), provincia que representa el 31% de la riqueza de Galicia, ya no forma parte de la patronal gallega CEG. Su junta directiva acordó ayer por unanimidad causar baja de la confederación autonómica de forma temporal tras una larga lista de desavenencias, incluida una "traición" por parte de A Coruña a la hora de presentar un candidato que, a la postre, es ahora el líder de la CEG. "No es una pataleta; esta patronal no nos representa", exhortó el presidente de la CEP, Jorge Cebreiros, artífice y defensor de la iniciativa. La decisión de los empresarios de Pontevedra allana el camino de los de Ourense, decididos a seguir los mismos pasos este mes. Es la primera vez que se produce una escisión de este calibre (la CEP es miembro fundador de la CEG) en 36 años.

Se trata, en palabras de Cebreiros, de un "cese temporal de relaciones" que se traducirá en la no asistencia al "teatro" de la CEG. "Nos sería más fácil no ir y punto, que es por cierto lo que hacía Fontenla [por su homólogo en A Coruña] durante el mandato de Alvariño", dice el empresario, "cansado" de que desde la confederación gallega se ignoren las demandas de los empresarios de Pontevedra. Cebreiros, según fuentes próximas a su ejecutiva, había pedido a Antón Arias (presidente de la CEG desde el 27 de enero) un pronunciamiento oficial sobre el AVE por Cerdedo, la huelga de la estiba o la dura competencia industrial del norte de Portugal. Pero no tuvo éxito. "Si manifiesta la importancia de la obra civil en Lugo, que no discuto, ¿se olvidan así de Pontevedra y nos intentan contentar con un cambio de estatutos? Pues no, no tengo confianza en la CEG", ratifica.

La decisión adoptada ayer en Lalín deberá ser ratificada por la asamblea general de la CEP, convocada para el 30 de marzo, y tendrá como consecuencia inmediata la ausencia de Cebreiros y Javier Touza de una reunión que Arias convocó ayer de urgencia para este jueves. Se trata de un comité ejecutivo "extraordinario", según pudo saber FARO, que no incluye en el orden del día la histórica baja de la patronal de Pontevedra. El patrón de la CEG expondrá a los presentes un informe e "información sobre la situación económica" de la confederación. Antón Arias cuenta, gracias al apoyo de A Coruña, Lugo y los miembros de libre designación, de mayoría en este órgano directivo. La presencia de los vocales de Ourense no está garantizada, aunque en este caso todavía no se ha producido una decisión.

El presidente de la confederación ourensana (CEO), José Manuel Pérez Canal, convocará a su junta directiva en dos semanas, según fuentes de la CEO, y celebrará una asamblea ordinaria a principios de abril. Así podrá seguir los mismos pasos que los marcados por Cebreiros y su equipo, de modo que antes de las elecciones (tiene que revalidar su cargo a finales de ese mes) también haya causado baja. En esa junta validará cuentas y presupuestos, al igual que la de la CEP del 30 de marzo. "Es la primera vez que presentamos presupuesto y cuentas en el primer trimestre. Es un compromiso que hemos cumplido", destacó Cebreiros, que avanzó unas pérdidas previstas de 48.000 euros a cierre de 2017. La CEP ha fijado para este año un techo de gasto y ha contabilizado "únicamente" los "ingresos seguros", incluidos los de la parte proporcional de 700.000 euros de dos proyectos financiados con fondos europeos.