El 85% de los directivos del sector de automoción está convencido de que en el futuro se generarán más ingresos con el ecosistema digital que rodeará a la industria que con la mera venta de coches. Pero éste es solo uno de los retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector, según se desprende del Informe Global sobre Automoción 2017 elaborado por KPMG y en el que se ha encuestado a cerca de 1.000 directivos del sector y más de 2.400 conductores procedentes de 42 países.

El sector de la automoción tiene que manejar al mismo tiempo tres tipos de tendencias de aquí al 2025. Por un lado, continuar con la evolución del mercado (racionalización de la producción, crecimiento en los países emergentes, etc.), pero por otro, afrontar la revolución y la disrupción que suponen muchos de los avances que están surgiendo en la movilidad.

La revolución viene de la mano de los coches eléctricos, pero la disrupción, aunque en parte ya está llegando a través de los automóviles compartidos, se producirá principalmente como consecuencia de los coches sin conductor; la conectividad y la digitalización de los vehículos; así como por la creación de valor, y por tanto ingresos, procedente del big data.