La Bolsa española ha cerrado 2016, un año marcado por hechos imprevistos y sobresaltos, con un retroceso del 2,01%, con lo que suma dos ejercicios consecutivos de pérdidas, aunque este año bastante menores que las de 2015, cuando se dejó el 7,15%. El Brexit, los bancos centrales, la volatilidad del crudo, China, la incertidumbre política española o la banca italiana han sido algunos de los factores que han afectado el mercado en 2016.