Galicia es un territorio tradicionalmente asociado al ahorro y con un nivel bajo de endeudamiento. Ahora bien, la expansión crediticia española, que comenzó con la entrada en circulación del euro y se intensificó durante el boom del ladrillo, hizo que a comienzos de 2009 los gallegos debiesen 20.000 millones más a los bancos de lo que tenían ahorrado. Ahora el panorama es distinto. Los depósitos ascienden a 57.855 millones de euros; los créditos, a poco más de 43.000. Es una situación que permite a muchos contribuyentes obtener un dinero extra con lo que tienen a resguardo en el banco. Son los rendimientos de capital, que se declaran al Fisco cuando el declarante tiene cuentas de ahorro, acciones o cualquier amortización. Y es gracias a ellos que la renta disponible de los gallegos aumenta.
Según la estadística de los declarantes del IRPF por municipios, divulgada esta semana por la Agencia Tributaria, el rendimiento medio del trabajo (los sueldos de los asalariados) creció en apenas 57 euros entre 2013 y 2014 (de acuerdo a la información de la renta de 2015), lo que representa un avance del 0,3%. Por contra, los rendimientos de capital experimentaron una subida del 10,6%, al pasar de 1.191 a 1.317 euros. Y arroja una situación curiosa: los ingresos por trabajo en Galicia son los quintos más bajos del conjunto de España, pero los derivados del capital son los séptimos más altos. Y, más aun, en el conjunto del Estado ese dinero extra obtenido gracias al ahorro y las inversiones sufrió un retroceso. En 2013 era de 1.370 euros de media por contribuyente; un año después, de 1.303 euros. Es una caída de casi el 5%.
A la cabeza del ranking nacional está Madrid, con 24.897 euros en concepto de rendimiento medio por trabajo y contribuyente, y otros 1.812 por rendimientos de capital. En Galicia el importe declarado por asalariado se quedó en los 16.657 euros, solo por encima de Extremadura (14.632 euros), Andalucía (16.090), Murcia (16.304) y Castilla-La Mancha (16.323). No hay información de País Vasco y Navarra al estar sujetos al régimen foral.
Haz clic para ampliar el gráfico
Es cierto que Galicia acumula un número importante de millonarios, y los ocho gallegos de la lista Forbes amasan una fortuna de 83.600 millones, más del doble que todo el patrimonio que los 24 millonarios que tiene censados Madrid o los 27 de Cataluña. Pero las grandes fortunas tributan a través del Impuesto de Sociedades, no del IRPF, con lo que no alteran la estadística de Hacienda. Además los rendimientos de capital suben de forma mayoritaria en todos los concellos de la comunidad.
Las diferencias por municipio
Vigo, la mayor ciudad gallega, es un ejemplo claro de la caída de los ingresos por el trabajo y la subida de los rendimientos de capital. Los primeros retrocedieron en un euro (apenas un 0,01%, hasta los 19.272), y los segundos se incrementaron un 6,74% (de 1.290 a 1.377 euros). La renta media, eso sí, sufrió una caída del 0,3% y quedó, según la última declaración de la renta disponible, en 20.325 euros. Nigrán, Baiona y Pontevedra son los concellos de la provincia con mayor renta declarada a Hacienda por persona, por delante de Vigo, Gondomar y Poio. La de menores ingresos fue Rodeiro, con apenas 12.000 euros.
En A Coruña lideró el ranking Oleiros, con censados de grandes salarios (de Inditex o Repsol), con rendimientos de capital de más de 7.900 euros, seis veces más que la media gallega, y una renta media de 27.936 euros. Le siguen a distancia As Pontes y Teo. En Ourense es la capital provincial la de mayor capacidad económica por habitante, y Cervo lidera la lista de la provincia de Lugo. Con 10.731 euros Cervantes es el farolillo rojo de Galicia en cuanto a renta disponible por persona.
