El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) tiene en las patronales provinciales un batallón de pretorianos. Éstas propiciaron -con los votos favorables de A Coruña- la victoria de Antonio Dieter Moure sobre José Manuel Pérez Canal, y no van a dejar la batalla mientras su líder siga en el cargo. Y esto implica escaramuzas con las confederaciones de Pontevedra, Lugo y Ourense, a las que acusan de empujar a la CEG a la quiebra por "motivos personales" y por no aceptar el resultado de los comicios. Si Dieter se va -y todo apunta a que será así-, ellas se irán también. "Buena parte de las sectoriales nos planteamos que, si esto se va a pique, crearemos una plataforma autonómica propia fuera de la CEG", avanza una de las principales voces de este sector. El presidente de la Federación Gallega de Farmacias, José Luis Rodríguez Dacal, asegura que no favorecerán una eventual presidencia interina conformada por Antonio Fontenla (A Coruña), Jorge Cebreiros (Pontevedra), Jaime López (Lugo) y Pérez Canal (Ourense).
El núcleo duro de las sectoriales se reunió ayer en Santiago para analizar la situación de la patronal gallega y trazar una estrategia de cara a mañana viernes, para cuando Dieter ha citado de urgencia al comité ejecutivo y junta directiva. "Intentaremos conseguir un compromiso expreso y público de las provinciales al plan de viabilidad, que es lo que nos han pedido los bancos", expone otro afín al patrón de la CEG. Sin el respaldo de los 1,2 millones de euros que solicitan a las entidades financieras la confederación autonómica pedirá el concurso la semana que viene. No esperarán a final de mes para no dejar que nadie se haga cargo temporalmente de la CEG -en este caso la junta de vicepresidentes, compuesta por los líderes provinciales- para renegociar con la banca y salvar los muebles ya sin Dieter en la casa.
Las sectoriales aseguran que Cebreiros, Pérez Canal y López han maniobrado para convencer a la banca de que no apoye el plan de viabilidad y "forzar" el concurso. "Es imperdonable que se anteponga el interés personal por delante de la CEG", clama otro empresario. Los defensores de Dieter quieren que, cuando llegue el momento de pedir la quiebra -si llega-, sean las patronales provinciales las responsables a todos los efectos. Éstas, a su vez, claman contra un plan "inviable", un "liderazgo débil" y "falta de modelo" que aboca a la patronal gallega al desastre. Y, en medio, cinco empleados tendrían que ser despedidos el día 31 con una organización sin dinero para pagar los finiquitos.
Para Dacal los tres líderes provinciales -ninguna sectorial incluye a Fontenla en este grupo de críticos- no tienen "coherencia". "Solo es cabezonería, porque la CEG ya ha dado todos los pasos que tenía para lograr una solución". Antonio Dieter Moure, reiteran, tiene que quedarse, y así se lo pidieron ayer. El presidente de la organización sigue sin atender al teléfono. Uno de sus defensores explica que "está cansado y harto, y es normal. Quiere dimitir y le hemos pedido que no lo haga, pero no sé qué va a hacer". Este viernes, cree, es "clave".
Pero al menos dos de los presidentes de las provinciales no van a acudir al tener compromisos que atender y que fueron concertados "con anterioridad". La patronal de Pontevedra celebra junta de vicepresidentes (lo que hace presagiar la ausencia de Cebreiros y Javier Touza), y Pérez Canal tiene un compromiso "ineludible" en la empresa que dirige. "Es lo que pasa cuando convocas con 48 horas de antelación. En la orden del día no motiva la urgencia de la convocatoria, y tenemos asuntos que atender", zanjó un empresario.
