El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno acordó ayer dirigir el procedimiento penal que abrió el pasado mes de octubre por la manipulación de determinados motores diesel de Volkswagen AG contra la propia firma en calidad de investigada, y le imputa una presunta participación en delitos de defraudación que causan perjuicio a una generalidad de personas, fraude de subvenciones y contra el medio ambiente.

Además, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 ya ha cursado la Comisión rogatoria a Alemania, teniendo en cuenta que es en ese país donde se ubica la empresa Volkswagen AG, que tendrá que designar a una persona para que la represente, así como abogado y procurador.

En su auto, el juez explica que la causa se inició tras la presentación de querellas por el Sindicato Manos Limpias y por la Asociación Internacional Antifraude para la Defensa de Afectados por Motores Volkswagen, y se centra en la presunta manipulación de determinados motores diesel de 4 cilindros.

El trucaje se pudo realizarse, según investiga el magistrado, con la instalación de un programa informático que detecta cuándo un vehículo se encuentra en un banco de pruebas, al objeto de reducir sus emisiones contaminantes dentro de los parámetros exigidos por la normativa medioambiental.

El fabricante, según explica en su resolución el juez Moreno, con el objetivo de fabricar un motor que consumiera poco, mantuviera gran potencia y al mismo tiempo no desprendiera gases por encima de los límites legales, introdujo un software capaz de detectar cuándo un vehículo estaba siendo testado, de manera que en ese momento de sometimiento a control, tuviera un funcionamiento menos eficiente y, por consiguiente, menos contaminante.

Reconocimiento público

Una vez analizados los hechos y haciendo constar que el grupo Volkswagen ha reconocido públicamente esos hechos y la adopción de medidas para solucionar el problema, el juez considera que procede investigar estas conductas porque pueden constituir los delitos antes mencionados.