"Miramos al futuro con optimismo, tenemos una situación de partida muy potente y el compromiso de todo el equipo". Así enfatizó el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, las perspectivas de negocio de la entidad en un almuerzo mantenido ayer en el Círculo de Empresarios de Vigo. El presidente destacó que en los primeros cinco meses del año el banco había captado 1.300 nuevos clientes en Galicia y que cuenta con 2.800 empresas.

Bankia trabaja con más de 54.000 particulares gallegos. Un buen dato que Goirigolzarri achacó a la reducción del cobro de las comisiones a 20.500 particulares y autónomos que tienen su nómina o pensión domiciliada. El presidente presumió de la posición del banco dentro del sistema financiero español: "De los seis grandes bancos somos el más rentable, el más capitalizado y el más eficiente" . De ahí que hayan podido comenzar a devolver las ayudas de los contribuyentes, a través del la privatización del 7,5% de la entidad bancaria. "Es el objetivo más importante", resaltó Goirigolzarri.

Sobre el proceso de privatización del banco se limitó a señalar que "tiene que ser una decisión del FROB" y que su trabajo es gestionar el banco para obtener "buenos resultados". Bankia terminó el pasado diciembre con el primer plan estratégico financiero impuesto por Europa "con los objetivos cumplidos dos años antes de los previsto", recordó Goirigolzarri.

En el sector empresarial, Bankia trabaja con una de cada tres compañías gallegas con facturaciones por encima de los seis millones de euros y con unas 1.800 pymes. El presidente recordó que la evolución de la financiación a las pequeñas y medianas empresas ha crecido a un ritmo del 37% hasta mayo.

En el almuerzo mantenido con los empresarios analizó los cuatro años que lleva al frente de la entidad, con "grandísimos puntos de mejora" del sistema bancario ya que es "muy solvente", afirmó, aunque todavía con "grandes retos" por delante.

Aunque no quiso entrar a valorar la situación política, sí destacó que la "incertidumbre" de un país sin Gobierno "no es buena para la economía" y abogó por la formación de un Ejecutivo que de "certeza a los mercados".

La entidad es uno de los bancos que forma parte del G7, el grupo de acreedores que controla Pescanova. Sobre el trabajo realizado por los administradores, que calificó de "papel de apoyo" , defendió que los bancos estuvieron "desde el principio" trabajando por el proyecto y que así seguirán ya que se trata del "futuro de una empresa y de sus trabajadores".