La industria gallega del motor, representada por Ceaga (Fundación Clúster de Empresas de Automoción de Galicia) y fabricantes de componentes como Copo, ha mostrado el potencial del polo vigués a la planta del grupo Volkswagen en Landaben (Navarra) en una jornada sobre competitividad organizada por la propia factoría y el clúster navarro. La multinacional alemana es el tercer mejor cliente de los proveedores gallegos (supone un 15% de las ventas), solo por detrás de PSA y Renault-Nissan, y es el que más ha elevado sus compras en Galicia en los últimos años.
La jornada reunió a 55 empresas proveedoras de Volkswagen, así como a los clústers gallego, catalán y navarro, en la factoría de Landaben, que acaba de adjudicarse por primera vez en su historia un segundo modelo que acompañará al superventas del Polo a partir de 2018, como avanzó este periódico. El gerente de Ceaga, Alberto Cominges, aprovechó su participación para recordar los orígenes del clúster gallego, sus principales logros y sus proyectos de futuro, entre los que destacó el nuevo plan estratégico que arrancará el próximo 1 de julio y que con el que se busca situar a Galicia en una posición de "liderazgo competitivo y sostenible".
Entre los fabricantes de componentes que acudieron a Landaben la semana pasada estuvo el grupo vigués Copo, cuyo director comercial, Óscar Fernández, explicó que las sinergias y la colaboración entre los proveedores gallegos son fundamentales para mejorar su competitividad, sobre todo en innovación y desarrollo. En la actualidad, más de una treintena de firmas gallegas o implantadas en la comunidad venden componentes o servicios a las tres plantas que el consorcio alemán tiene en la Península: Volkswagen-Navarra, Seat-Martorell y Autoeuropa-Setúbal.
En el caso de la navarra, los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, presidirán este miércoles los actos de celebración del 50 aniversario de la planta que, desde 2018, fabricará, por primera vez en su historia, un segundo modelo que se añadirá al Polo. Esta nueva silueta es una versión todocamino del propio Polo, con el que compartirá plataforma y que vendría acompañada de una inversión de alrededor de 800 millones de euros. La llegada del nuevo vehículo a la factoría navarra permitiría la creación de entre 400 y 500 puestos de trabajo.
