A Nueva Pescanova le quedan veinte años de travesía hasta terminar de pagar la deuda postconcursal y el sobrecoste del crédito supersenior, y en la multinacional se da una curiosa circunstancia que puede condicionar su gestión: sus máximos accionistas son, al mismo tiempo, los mayores acreedores. En esta disyuntiva tendrá que hacer números Raimon Trias, el economista que ocupará a partir de mayo la dirección financiera (CFO, Chief Financial Officer) del grupo pesquero, según pudo saber FARO en fuentes de toda solvencia. Sin inversiones a la vista y con un plan de pagos ambicioso -pero con la tranquilidad de no tener que rendir cuentas en Bolsa y de tener un accionariado concentrado-, Trias tendrá que hacer comestible un periodo postconcursal en el que no hay margen de error.
Licenciado en Empresas por la Universitat de Barcelona en 2003 y con un máster de la escuela de negocios IESE, Raimon Trias es a día de hoy director financiero de la filial polaca de Celsa (Huta Ostrowiec), compañía industrial catalana especializada en siderurgia. Desembarcó en Polonia en 2012 aunque está ligado a esta multinacional desde el año 2005. Su carrera profesional arrancó como auditor en Deloitte, la misma casa que se ocupó de gestionar el concurso de acreedores de Pescanova con Senén Touza y Santiago Hurtado como líderes del equipo (y que han recalado ahora en Vitaldent para el mismo cometido).
En la familia de este alto ejecutivo no son ajenos al mundo de la alimentación ni al del sector pesquero ya que su hermano, Jordi Trias Fita, es el director general de Stolt Sea Farm. Esta compañía es la máxima competencia en el que fue el proyecto estrella de Pescanova: el rodaballo. En su perfil profesional de Linkedin son numerosas las referencias hacia su buen hacer en materia de reestructuración y proyección financiera, y tiene unas cualidades profesionales que nada tienen que ver con las del último CFO titular de Pescanova. Antonio Táboas Moure se jubiló el 21 de enero de 2013 cuando, de acuerdo con la información desvelada por este periódico, la cúpula de la compañía era consciente ya que el concurso de acreedores solo podía evitarse con la venta de la filial chilena Acuinova. En los meses anteriores se había conseguido colocar una ampliación de capital de 125 millones de euros y una emisión de bonos convertibles por otros 160 millones que devengaban un interés del 8,75%. Entonces Pescanova estaba ya quebrada.
Aún siendo en teoría Carlos Turci el responsable de las finanzas, y como demostraría el informe forensic de KPMG, los altos directivos del grupo recurrían a Táboas para explicar -sobre todo a la banca- cómo se había articulado la colosal red de sociedades. "Me preocupa la forma que tenemos de tratar estos temas pues contestando a lo que preguntan es imposible salir bien [...] Sugiero que intervenga Tab." [por Táboas], rezaba un correo enviado por el ex jefe de Auditoría, Joaquín Viña, agobiado por la presión de CaixaBank.
Más fichajes
Además de la incorporación de Raimon Trias el grupo sumará también a sus filas a una responsable de marketing corporativo. Su cometido será el de mejorar la productividad con la puesta en marcha de estrategias internas de reorganización para optimizar costes y generar sinergias. Solo en España hay una decena de antiguas filiales que no han modificado su estructura desde su fundación o la absorción por parte de Pescanova (como Fricatamar o Pescafina Bacalao), con la única excepción del personal de Pescafina, que se ha integrado ya dentro de Nueva Pescanova.
