Antonio Dieter Moure presentó su candidatura a la presidencia de la CEG "a propuesta" de dos organizaciones sectoriales: la Federación Autonómica de Centros de Ensino Privado de Galicia (CECE) y la Federación Galega de Empresas de Formación (Cecap-Galicia). Y lo hizo en calidad de director de un centro concertado de Ourense, Colexio Valle Inclán, razón por la que una gran mayoría de empresarios de las sectoriales rechazan que sea un "muñeco de Fontenla", en alusión al presidente de la patronal coruñesa. "Él no manda, lo que tienen que hacer los demás es saber perder", clama el presidente de una de las principales federaciones de la asamblea de la CEG. Otro, el de la Federación de Farmacias de Galicia (Fefga), José Luis Rodríguez Dacal, reivindica que sus asociados decidieron el voto tras una junta general y tras escuchar a los dos candidatos. "No nos presionó nadie. Somos 482 farmacias asociadas en toda Galicia".

En general entre las sectoriales prolifera la llamada a la "calma" y piden tanto a José Manuel Pérez Canal como a la patronal de Lugo que dejen de sembrar dudas sobre el proceso electoral. La segunda solicitó al secretario general de la CEG, Fausto Santamarina, "certificación de si las organizaciones sectoriales están integradas en las organizaciones provinciales" para verificar si se cumplen los estatutos. Hasta ayer no habían recibido respuesta. "Para nosotros la controversia terminó el mismo día de las elecciones a las tres de la tarde. Los que perdieron tienen que reconocerlo, aunque no les guste", zanjan voces del equipo de Pérez Canal, que se muestran dispuestas ahora a "trabajar mano a mano" con el vencedor.