La nueva planta de trituración de biomasa de Ence en Navia (Asturias) alcanzará la plena producción a principios del próximo mes de febrero, según indicaron fuentes de la UTE (Unión Temporal de Empresas) encargada de la ejecución del proyecto, participada por las firmas viguesas Izmar, Marsan y Francisco Fernández Lijó, que asumirá además su explotación y mantenimiento durante los próximos tres años. Las instalaciones se entregaron el pasado diciembre y están en fase de pruebas. El centro tiene capacidad para triturar del orden de unas 200.000 toneladas de biomasa al año con un producto tratado de alta calidad y rendimiento.

En la ejecución del proyecto, además de la constructora matriz de Izmar, han participado la ingeniería Cotecno, la metalúrgica gallega Ganomagoga -que realizó todo el sistema de transporte- y el fabricante de equipos tecnológicos finlandés BMH, como avanzó ayer FARO en su edición digital. El centro es capaz de triturar y tratar tres camiones de producto bruto cada hora y con la biomasa elaborada Ence produce energía eléctrica a través de sus avanzadas instalaciones. La planta ayudará a consolidar a Ence como líder nacional en producción de energía renovable con biomasa de origen forestal. La compañía cuenta actualmente con más 220 MW de potencia instalada en energía renovable a partir de biomasa, elevando la producción anual de energía eléctrica a más de 1.600 GWh.

La nueva trituradora, cuyas obras finalizaron el mes pasado diciembre, cuenta con las instalaciones necesarias para asumir la descarga, triturado, cribado y entrega a la multinacional española, para su almacenamiento en silo hasta su uso en caldera de biomasa. Dispone de una zona de una zona de almacenamiento de biomasa bruta, que ocupa una explanada de unos 5.000 metros cuadrados; una línea de triturado, eliminación de finos, metales y piedras, así como diferentes elementos de transporte. La instalación es prácticamente automática, desde la alimentación del triturador hasta el silo de recogida que se encuentra a unos 300 metros. La diferencia entre la biomasa realizada con maquinaria móvil, además del rendimiento y ruidos, también afecta a la calidad de la biomasa y al cuidado de la caldera, ya que va libre de arena, hierro y otras partículas, según fuentes de la UTE. También el rendimiento energético es mayor al consumir menos recursos el nuevo sistema que es de un triturado a base de muelas recambiables y no por cuchillas como era habitual en otras instalaciones.