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Antolín abrirá un centro logístico para los asientos del K9 al lado de PSA-Mangualde

El grupo invertirá cerca de 4 millones y creará 50 empleos para organizar las entregas de estos componentes al centro luso - La fabricación de asientos se mantiene en Valadares

En primer término, la planta de Grupo Antolín en el parque tecnológico y logístico de Valadares. // J. Lores

La multinacional burgalesa de componentes para automoción Grupo Antolín abrirá un centro logístico en Mangualde para la secuenciación de los asientos del próximo modelo que PSA Peugeot Citroën producirá en Portugal, el proyecto K9 (la próxima generación de furgonetas de PSA y Opel), según ha podido saber FARO. El consorcio español invertirá cerca de 4 millones de euros y creará medio centenar de empleos para organizar las entregas de asientos en la factoría lusa de PSA, un servicio que Faurecia ya realiza en la actualidad en Portugal con las actuales furgonetas (Berlingo-Partner).

Según confirmó el presidente de la Cámara de Mangualde, el Grupo Antolín ha comprado unos 14.000 metros cuadrados en este municipio portugués para instalarse cerca de la planta de PSA, ampliando su presencia en el país. Antolín ya cuenta con instalaciones industriales en Valença, Vila Nova de Cerveira y Palmela (cerca de Setúbal). El nuevo complejo tiene que estar en funcionamiento a finales de 2017, justo en los meses previos al lanzamiento comercial de las nuevas furgonetas de Citroën, Peugeot y Opel. Según fuentes del sector, no se trata de una planta de producción, sino un centro logístico para secuenciar las entregas de los asientos, por lo que no supone un desvío de carga de trabajo hacia el país vecino.

Antolín producirá los asientos del K9 en la planta de Valadares, como adelantó FARO en exclusiva el pasado septiembre, tras superar a Faurecia en la puja por estos componentes. Las banquetas de las actuales furgonetas que se montan en PSA-Mangualde se fabrican en la megaplanta de Faurecia en São João da Madeira, que también realiza la secuenciación de las entregas, según las mismas fuentes.

El contrato del K9 permitirá a Antolín llevar a cabo una remodelación profunda de su planta de Valadares para cubrir la demanda de asientos. La consecución del contrato, en el que se impuso por costes a la factoría viguesa de Faurecia (Asientos de Galicia), permitirá introducir nuevas líneas de producción y duplicar su plantilla (compuesta por un centenar de trabajadores) a partir de 2018. La previsión que maneja el grupo es saturar todas las líneas y ocupar la totalidad de los 10.000 metros cuadrados de nave del parque tecnológico vigués, lo que a la postre permitirá ampliar plantilla.

Esta planta viguesa representó el estreno del Grupo Antolín en el segmento de los asientos, en el que ya es un referente mundial. Y la adjudicación del proyecto K9 se produjo apenas unos meses después de que la multinacional con sede en Burgos se hiciese también con el 100% de los asientos de la siguiente generación del Seat Ibiza que se fabricará en Martorell, encargo que había recaído hasta ahora en la compañía Johnson Controls.

La elección de Grupo Antolín frente a Faurecia supuso un antes y un después en la historia de PSA y de la automoción gallega. Faurecia Asientos de Galicia comenzó a proveer a Balaídos en 2002 y provocó la externalización entonces del taller de sillería de la propia PSA-Vigo. Desde entonces, la planta de Valadares ha fabricado los asientos de todos los modelos lanzados en Vigo (es proveedor exclusivo) con la excepción de la segunda fila de los monovolúmenes C4 Picasso (de la actual generación y de la anterior). La planta es la cuarta empresa de componentes gallega por número de trabajadores (tras GKN, ZF-TRW y BorgWarner) y la tercera por volumen de ventas.

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