El centro de distribución de Inditex de Arteixo -que reparte el 100% de la ropa de caballero de Zara, el 20% de mujer y toda la perfumería a todo el mundo- recibe ropa colgada y doblada de las distintas fábricas. En este proceso tiene un papel fundamental el sistema de raíles mecanizados subterráneo -de 36 kilómetros- que conecta las factorías del grupo con el centro logístico, con casi 400.000 metros cuadrados de superficie. Las prendas salen de las fábricas y a la entrada del túnel de raíles se fija el destino con un código de letras que automáticamente las dirige al punto del centro logístico correspondiente.

Operarios del centro de distribución -que cuenta con un total 1.025 trabajadores- van colocando en los dos clasificadores de reparto -que distribuyen unas 36.000 prendas a la hora cada uno- las unidades de cada producto solicitadas por todos los mercados. Este sistema de bandejas reparte a 600 posiciones (o destinos) por clasificador, con lo que agrupa en cajas el pedido realizado desde una tienda o zona.