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Los cambios

La nueva facturación de la luz empieza sin la opción de regular el consumo por horas

Los hogares no podrán ahorrar desplazando su gasto eléctrico a los momentos más baratos del día » Se usa una simulación estadística para repartir por horas el consumo

Las compañías eléctricas han comenzado a facturar la luz con arreglo al nuevo sistema que tiene en cuenta las variaciones de los precios que para cada hora registra el mercado mayorista, allí donde a diario se casan la oferta y la demanda de energía. Según la tesis del Gobierno, el cambio permitirá abaratar una media del 3% el recibo de los 17 millones de hogares que pagan la tarifa regulada. Pero ese nuevo modelo echa a andar con una laguna: al contrario de lo que anunció el Ministerio de Industria, por el momento no será posible que el usuario gestione el consumo para concentrarlo en lo posible en las horas más baratas y rebajar así su factura. No lo será incluso para los hogares, decenas de miles de ellos en Galicia, que ya disponen de contadores inteligentes.

Cientos de miles de puntos de consumo gallegos, entre viviendas y pequeños negocios, están concernidos por el cambio en la facturación de la electricidad. Se trata de los usuarios que permanecen en el sistema de tarifa regulada, ahora denominado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Un número semejante que tiene la luz contratada en el mercado libre, en su gran mayoría con su compañía eléctrica de siempre (Gas Natural Fenosa en el caso de Galicia), no está afectada por los cambios.

De manera sintética, el nuevo sistema consiste en que la parte del recibo correspondiente a la energía consumida (en torno al 35% del coste total) no tendrá un precio estable, sino variable según las oscilaciones del mercado mayorista. Este mercado es muy volátil; los precios cambian prácticamente cada hora y varían mucho también según la época del año, aunque por lo común las horas más baratas son las nocturnas (las de menor demanda) y las más caras se sitúan a mediodía y al final de la tarde.

Sobre el papel, el sistema permitirá que los hogares paguen un precio más próximo al coste real de la energía, suprimiendo ciertos cargos intermedios que encarecían la electricidad en el anterior sistema de subastas, eliminado desde diciembre ante los indicios de manipulación.

El propósito del Gobierno es conseguir un modelo por el cual el usuario pague cada fracción horaria de su consumo al precio que para cada hora de cada día determine el mercado mayorista, cuyo funcionamiento está también en ocasiones bajo sospecha.

El Gobierno dispuso dos formas para la nueva facturación, en función de si el consumidor tiene contador telemático o contador analógico, pero finalmente sólo aplicará el método previsto para ese último caso. En los siguientes puntos se explica cómo queda el nuevo sistema.

Sin gestión horaria

En principio, los usuarios con contadores telemáticos iban a tener una facturación basada en sus consumos horarios reales. Esto es, al gasto eléctrico de cada hora se aplicaría el precio del mercado mayorista para ese tramo del día. Esta opción permitiría al hogar desplazar consumos hacia las horas más baratas (las nocturnas) y conseguir ahorros. Pero esta alternativa no será viable técnicamente a corto plazo porque, indicaron varias fuentes del sector, el Ministerio de Industria aún no ha elaborado la regulación necesaria. Además, con mucha frecuencia los contadores telemáticos no están programados para cumplir esa función. A todos esos consumidores se les aplicará de momento, y presumiblemente durante un plazo largo, la misma fórmula que a los que tienen contadores analógicos.

La simulación

Los consumos de los 17 millones de usuarios de la tarifa serán facturados teniendo en cuenta su consumo real, pero no en qué momentos del día se produce. Los precios horarios del mercado mayorista se aplicarán teniendo en cuenta una estimación elaborada por Red Eléctrica de España (REE). Por encargo del Gobierno, está compañía está tomando los datos de consumo de 20.000 hogares y elaborando con ellos unos perfiles de consumo que se aplicarán a todos los clientes de tarifa. Esto es, con independencia de cuando encienda uno la luz o ponga la lavadora, la nueva facturación por horas se hará según un patrón basado en una simulación estadística.

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