El Gobierno ha incluido en su reforma fiscal una modificación en el Impuesto Especial sobre la Electricidad para que se beneficien de una exención del 85% todos los procesos productivos en los que el coste de la electricidad supere el 50% del coste de la producción. Se trata, en realidad, de extender un beneficio fiscal del que ya disfrutaban los grandes consumidores de electricidad, como son Megasa o Alcoa, entre otras grandes empresas que operan en Galicia.

La medida figura en el apartado correspondiente a incentivos a las actividades industriales. La rebaja del coste de la electricidad es una de las mayores demandas, si no la más, de la industria española. Es el caso de Galicia, donde el sector metal es un importante consumidor de energía eléctrica por la maquinaria que utiliza para la fabricación de sus productos y que en los últimos años ha visto cómo se disparaba la factura de la luz, con incrementos que llegaron a rondar en algunos casos incluso el 40%. Lo mismo ocurre en otros sectores industriales, donde por sus especiales características necesitan la electricidad para asegurar su proceso productivo, por ejemplo, algunas industrias agroalimentarias.

El coste de la electricidad se ha convertido en uno de los principales caballos de batallas del Gobierno de Mariano Rajoy. Los expertos han criticado en numerosas ocasiones la contradicción entre el incremento de la factura eléctrica para la industria y los anuncios de la necesidad de reindustrializar el país. Según consta en el anteproyecto de ley, para adaptarse a la normativa europea, el Impuesto Especial sobre la Electricidad "deja de configurarse como un impuesto sobre la fabricación, para pasar a ser un impuesto que grava el suministro de energía eléctrica para consumo o su consumo por los productores de aquella electricidad generada por ellos mismos".

La base liquidable será el resultado de aplicar sobre la base imponible una reducción del 85% en los siguientes casos: reducción química y procesos electrolíticos; procesos mineralógicos y metalúrgicos, y añade ahora las actividades industriales cuya electricidad consumida represente más del 50% del coste de un producto. El anteproyecto concreta que se entiende por coste del producto la suma de las compras totales de bienes y servicios más los costes de mano de obra más el consumo del capital fijo. El coste se calcula por unidad en promedio.