En Pórtico no hay noticias de Madrid. Ni buenas ni malas. Los 181 trabajadores de la compañía viguesa de decoración esperan por un pronunciamiento del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para saber, ni más ni menos, si van a continuar siendo empleados. "Los despedidos tienen que cobrar ya, y sabemos que tenemos esta semana para saber qué va a pasar", explica un trabajador. El Fogasa tendría que hacerse cargo de las liquidaciones de los 200 trabajadores despedidos a final del año pasado por la compañía viguesa para que ésta acometa su convenio de acreedores, pero requirió avales por 3,3 millones de euros. "Por lo que sabemos, la marca supera de sobra el dinero que falta", dice Xusto Fernández, de la CIG.

La compañía presentó una hipoteca sobre el silo automático de Mos y otra sobre un terreno que tiene en Requena (Valencia). En total, el valor de ambos bienes superaba por poco los 2,1 millones. De ahí que la decisión de tasar la marca Pórtico y presentarla en Vigo y Madrid como bien intangible para alcanzar los 3,3 millones reclamados. El problema es que, aunque el responsable del Fogasa de Vigo emitió un dictamen favorable -la marca serviría de garantía-, "son los de Madrid los que deben decidir". A preguntas de FARO, desde el Ministerio de Empleo no aclararon si un bien intangible sirve como aval, ni si estaban trabajando sobre el expediente de Pórtico.

En el expediente de regulación de empleo (ERE) de la compañía se estipuló que los despedidos iban a recuperar el 7,5% de sueldo que se le había recordado como medida para reducir gastos corrientes. "Pero nosotros, si resultamos despedidos ahora, no sabemos si nos corresponde o no ese 7,5%. Todo son incógnitas", reconoce el presidente del comité de empresa, David Vales, de CC OO.

"Los trabajadores están histéricos". En Pórtico no pasa el tiempo a la espera de que pueda sonar un teléfono que dé alguna razón. Que alguien, como en los antiguos espectáculos romanos, muestre el pulgar hacia arriba o hacia abajo. "Hay gente optimista y gente que cree que esto no va a salir, como en todas partes", explican desde la compañía. Los primeros creen que sería un "escándalo" forzar la liquidación de Pórtico y despedir a 181 trabajadores por no aceptar un aval de 1,2 millones. "En ese caso, el dinero que tendría que abonar el Fogasa no sería de tres millones, sino de seis", ejemplifica un empleado. "Seríamos el doble de despedidos. No tiene ningún sentido".

Los más pesimistas creen que la administración no quiere "cargar" con los pagos a 200 trabajadores para no sentar precedente tomando como garantía un bien no material (como un edificio, por ejemplo). La administración concursal está de acuerdo con la plantilla, pero el aviso está sobre la mesa. "Tenemos entre el 16 -ayer- y el viernes para tener noticias. Si no aceptan en el Fogasa, esto se va a la liquidación". Y la compañía no tiene liquidez para abonar 381 indemnizaciones, y no podría ejecutar la ampliación de capital -casi comprometida- de 2,5 millones de euros para continuar funcionando.

"Sabemos que tenemos el apoyo de los partidos políticos y lo agradecemos, pero no nos vale de mucho cuando no sabes si te vas a quedar en el paro o no esta semana", explican desde la sede de Mos. Lo que sí tienen claro en el comité de empresa es que, al margen del absurdo que sería que el Fogasa no admitiera la marca como aval, "el agujero de 53 millones de euros en Pórtico no lo creó el Fondo de Garantía", ratifica David Vales. "Aquí hubo una gestión nefasta por parte de la dirección de la empresa, y si esto se hunde no vamos a decir que fue por el Fogasa". Toca esperar.