La industria española de automoción tendrá este año menos crédito del Estado a su disposición. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha recortado un 44,7% el presupuesto del Plan de Competitividad del Sector del Automóvil, que estará dotado con 100 millones de euros para financiar nuevas inversiones de los fabricantes de coches y componentes, según ha podido saber FARO. Por primera vez desde que se lanzó esta línea de ayudas en 2009, el departamento que dirige José Manuel Soria tendrá dos tipos de interés (el 3,062% y el 4,53%) en función de la situación económica y financiera de las empresas que soliciten estos préstamos. La edición de 2013 se había cerrado con poca demanda por parte de la industria española por el elevado gravamen ofrecido (el 4,925%) y la exigencias de avales de hasta el 20%: solo se colocaron 67 millones de los 181 destinados por Industria.

La nueva convocatoria es la más austera desde que existe este programa de apoyo al sector. Así, en 2009 se habían destinado 800 millones de euros (en parte, subvenciones directas) para ayudar a esta industria a materializar sus planes de negocio; en 2010, 250 millones, en 2011, 215, en 2012, 220, en 2013, 181, y ahora en 2014, 100. El Gobierno también ha variado las condiciones de financiación. La cuantía de los préstamos podrá alcanzar el 75% del importe financiable (con algunas limitaciones para empresas constituidas en 2013 y 2014: el préstamo no podrá superar 3 veces los últimos fondos propios acreditables) y el plazo de amortización será de diez años con tres de carencia.

Los intereses serán del 3,062% y el 4,53%, dependiendo de si la situación económico-financiera de las empresas sea "buena" o "satisfactoria". Y en cuanto a las garantías, éstas serán del 10% del préstamo solicitado en un tramo único. Industria ha flexibilizado en parte las condiciones de los créditos para evitar el resultado de la anterior edición del plan. De los 181 millones de euros reservados el año pasado para financiar proyectos industriales del motor apenas se adjudicaron 66,8 millones, es decir, un 37% del total. La razón fue el elevado interés con el que se gravaron estas ayudas, el 4,925%, así como la exigencia de presentar avales de hasta un 20% del valor del crédito solicitado.

Los planes de competitividad del sector del automóvil nacieron tras el estallido de la crisis financiera, con el objetivo de respaldar las inversiones de los fabricantes de vehículos y componentes en España. En su primera edición, en 2009, el Gobierno repartió 800 millones entre créditos blandos y subvenciones, y en 2010 y en 2011 se optó directamente por préstamos blandos al cero por ciento de interés. 2012 fue el primer ejercicio en el que el Gobierno gravó la financiación, con una tasa del 3,95%. Aún así, marcas y proveedores acudieron en masa a conseguir estas ayudas, que entonces ascendieron a 220 millones de euros.

En 2013 hubo 26 proyectos industriales adjudicatarios de ayudas, por un montante de 68,4 millones. Entre los beneficiarios estaba la firma ourensana CIE Galfor, que recibió un préstamo de 1.458.100 euros para un financiable de 2.083.000 euros. CIE Galfor pertenece a la multinacional vasca CIE Automotive y está especializada en la fabricación de piezas forjadas (cigüeñales, ejes delanteros, palieres, brazos de suspensión, mangas y mangones). La planta del parque empresarial de San Cibrao das Viñas procedió antes del pasado verano a la instalación de un centro de transformación dotado de reductores de alta a media tensión y de un nuevo horno, entre otras inversiones en maquinaria y tecnología.