Tras la absorción formal del Gallego durante el primer trimestre de este año, el Sabadell muestra en Galicia un perfil muy parecido al que en general tenía el grupo catalán en sus orígenes. Una cartera protagonizada por empresas y "algo" de clientes de valor en el siempre mimado capítulo de los depósitos. Así que "el gran reto" ahora, como ya avanzó en la reciente presentación en Londres de su plan estratégico hasta 2016, es "llenar" las 130 oficinas de la comunidad. "Nuestra aspiración es ocupar más espacio aprovechando que Galicia ha tenido muchas convulsiones en términos de entidades y hay muchos clientes insatisfechos con ganas de un producto financiero con mayor calidad de servicio", explica el consejero delegado, Jaume Guardiola. Su cuota ahora en el mercado financiero autonómico está cercana al 4% y el banco quiere acompasarla al por encima del 7% que representa la red comercial. Lo que implica, por lo tanto, volver a duplicar prácticamente su actual volumen de negocio, que alcanzó al cierre de marzo los 5.401 millones de euros, tras multiplicarse por dos con la integración.

En ese arranque del ejercicio, con la operación conjunta de la antigua participada de NCG, Sabadell Gallego sumó 3.200 nuevos clientes, de los que 2.200 son particulares y 1.000 empresas. Algo en lo que tiene mucho ver la fuerte posición de la entidad con las líneas de financiación a cargo del ICO. En su mano están el 16% del total de operaciones formalizadas en la región. Los recursos de clientes se disparan un 107% respecto al mismo periodo del año anterior para situarse en 3.258 millones y un 72% en el caso de la inversión, que supera los 2.140 millones.

El corsé

Sabadell ha "liberado el corsé" que padecía Gallego por las "tantas restricciones" impuestas internamente por consumo de capital y que provocaron "políticas restrictivas" en crédito y que la entidad "hubiera bajado bastante" en clientes "tradicionales". La entrada en el grupo presidido por Josep Oliu desembocó en el fin de la apertura parcial en algunas oficinas y el refuerzo de plantilla con gestores comerciales. "Cosas de este oficio que tampoco son ciencia nuclear y que se pueden hacer cuando tienes recursos y capacidad", apuntaba ayer Guardiola en Barcelona en la presentación de resultados trimestrales. ¿Objetivo? Mayor rentabilidad por oficina, y también por cliente. Para eso "hay un equipazo en Galicia". "Es -resume- una garantía de éxito".

Ésta es la primera ocasión en la que Gallego supone una pieza a todos los efectos en las cuentas del grupo Sabadell, que elevó un 58,8% su beneficio, hasta los 81,2 millones de euros. El alza del margen de intereses llega al 17,5%. Una de las dos premisas que la cúpula del grupo destaca como ejemplo de punto de inflexión tras la larga crisis, junto a la caída, por primera vez desde el pinchazo económico, de la morosidad. Del 13,63% al 13,57% y la previsión de que el stock de fallidos decrezca a final del año en unos 1.000 millones de euros. En la entrada de inmuebles en la cartera de adjudicados está la otra novedad. Se vendieron más -3.271 unidades por valor de 657 millones- de los que se entregaron como pago de deuda.

Aún así, el Sabadell apuesta por "la prudencia" en la cobertura para reducir el coste de riesgo futuro. Las dotaciones y saneamientos rozan los 1.100 millones de euros, la mayoría provenientes de la enorme aportación de los resultados extraordinarios durante el trimestre, 946,7 millones de euros. "Estamos construyendo una cuenta de resultados basada en los ordinarios", defiende su número dos.

Por el mayor perímetro que suponen los bocados dados por el Sabadell en este último año, incluido el Gallego, el crédito experimenta un alza del 5%. Sin contar con el negocio de las integradas, el capítulo caerá un 6%. Pero porque el desapalancamiento sigue superando el nuevo flujo de financiación. Que existe, según Guardiola. El grupo dispone de 25.000 millones para nuevas concesiones y este 2014 esa diferencia entre la reducción de deuda y préstamos a mayores quedará "en empate". "Y va a ser difícil", puntualiza, con la vista en 2016 para que finalmente cambie la tendencia.