El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, advirtió de que la posible solicitud de un rescate por parte de España conllevaría "exigencias muy duras", según adelantó ayer la televisión bávara. "Le plantearíamos a España exigencias muy duras, pero no es el momento de explicar en detalle a los españoles lo que esperamos de ellos antes de que pase lo que quizás tenga que pasar", señaló en una entrevista a la cadena "Bayrisches Fernsehen".

En la entrevista, concedida al espacio Münchner Runde, Juncker se refirió asimismo a la unión bancaria y al dispositivo de seguridad bancaria europeo. "Es verdad que tenemos la intención de crear lo antes posible una unión bancaria, una entidad de supervisión bancaria, pero también es cierto que para ello es necesario tomarse el debido tiempo. Estoy a favor de preparar de forma minuciosa una unidad bancaria, no de introducirla en un proceso precipitado", subrayó.

Asimismo, dijo "compartir la línea de (el ministro de Finanzas alemán) Wolfgang Schäuble, cuando dice que no será posible que una entidad centralizada de supervisión europea controle con lupa 6.000 bancos".

Aseguró tomarse "muy en serio lo que dice la canciller (alemana, Angela Merkel) y el ministro de Finanzas" en cuanto a que no se puede exigir más de la cuenta a Alemania, ni "a otros tampoco, por cierto", puntualizó. Respecto a la eventual salida de Grecia de la eurozona, recordó haber dicho que esta sería "realizable", pero "no deseable". "No aspiramos a esta salida de Grecia de la eurozona, porque no podemos evaluar las consecuencias", que para el país heleno "serían devastadores", señaló.

Asimismo, declaró que "para el euro supondría en general un daño considerable a su reputación, que debilitaría de forma esencial la influencia del euro en la actividad monetaria mundial". En este sentido, "Europa en su conjunto quedaría debilitada", subrayó

Sin decidir

El Gobierno español mantiene la incertidumbre sobre una eventual solicitud de auxilio financiero. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó ayer que se tomará una decisión "cuando tenga las cosas atadas y bien atadas", ya que, añadió la también portavoz gubernamental, no sería "responsable" tomar una decisión "sin saber todas las consecuencias que tiene". Las condiciones que llevaría aparejada la petición de rescate son una incógnita y sobre ellas ha habido pronunciamientos de distinto signo. El presidente del BCE, Mario Draghi, habló en su momento de exigir "condiciones estrictas" a los países beneficiarios. Otros dirigente dieron a entender que el camino ya recorrido por España en ajustes y reformas podría ser suficiente.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, anunció en las últimas fechas que el Gobierno presentará a finales de este mes un nuevo programa de reformas. De Guindos añadió que, tras las medidas acordadas en julio (nuevos recortes, subida del IVA...), no serán necesarios más ajustes para cumplir el objetivo de reducción del déficit al 6,3% del PIB este año. Pero las últimas manifestaciones de Junker, realizadas a una televisión alemana, indican que, haya o no rescate, España no está en condiciones de desviarse lo más mínimo del déficit comprometido.

Los últimos recortes y medidas fiscales impuestos desde Bruselas llegaron en medio de las negociaciones para el rescate europeo de la banca. El Gobierno medita ahora sobre un nuevo rescate con la vista puesta en los mercados financieros, menos hostiles desde el anuncio del BCE sobre el nuevo mecanismo de apoyo a los países. El Ibex 35 se dejó ayer un 1,1% al cierre de mercado y se anotó su segunda jornada consecutiva en rojo, pese a la que ha resistido la barrera de los 8.000 puntos. El selectivo, arrastrado por las dudas sobre la banca, se ha establecido en los 8.058 enteros. También ayer el Tesoro captó 4.600 millones al interés más bajo en cinco meses y la prima de riesgo bajó a 425 puntos.

A pesar de esa mejoría, se están multiplicando los mensajes que instan a Rajoy a no retrasar la decisión sobre el rescate. Ayer lo hizo el Instituto de Finanzas Internacionales, "lobby" bancario mundial que instó a España e Italia a solicitar la ayuda del BCE.