La operación “Capacho” contra la venta irregular de vieira extraída de la ría de Ferrol entra en la recta final con 22 imputados, catorce de ellos del sector hostelero. El presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga), Héctor Cañete, asegura que es un caso puntual, que afecta a unos cuantos empresarios de los “45.000 que hay en Galicia”.

-¿Qué daño hacen al sector casos como los de los hosteleros acusados de vender irregularmente vieiras tóxicas de la ría de Ferrol?

-Hay que concederles la presunción de inocencia, esperamos que no se les juzgue prematuramente. Es algo puntual y residual en Galicia, donde hay más de 45.000 locales de hostelería. Se debe tener cuidado por el daño que se hace al sector hostelero y al extractivo de vieira, que también sale perjudicado con esto.

-¿Han notado en los últimos días una mayor desconfianza de los clientes?

-Sí, es un producto muy gallego y se le hace un daño muy grande en general, no solo en Galicia. Sí, aumenta esa desconfianza y hay preocupación porque toda esta polémica no es buena para el sector y hay que tratarla con suma cautela.-¿Se puede evaluar en cifras el daño que causa esta situación?

-Es muy difícil determinar cuánta gente deja de consumir vieiras ya no solo en restaurantes, sino en lonjas, o incluso el congelado, porque la gente tiene mucho cuidado. Incluso la venta general de marisco desciende por el tema de las toxinas. Hay ese miedo, al igual que se generó con los pepinos, pero en otro ámbito y más controlado.

-Supongo que les afecta especialmente porque justo comienza el verano, la época de más consumo de vieira en banquetes de bodas, comuniones o bautizos...

-Sí, pero aún así creo que el daño económico es mayor para el sector pesquero, de extracción de marisco, porque la reticencia que se genera en la clientela repercute en que se vende menos vieira en general.

-¿Qué se puede hacer para erradicar este tipo de actividades ilegales?

-Era un secreto a voces que se estaba recogiendo ilegalmente vieira de la ría de Ferrol. Hay que reforzar los controles en origen. Si todo el mundo sabía que allí se estaba sacando vieira, hay que cortar la extracción. Tienen que actuar las administraciones. El problema del furtivismo es que no es delito y, como los furtivos son insolventes, las sanciones administrativas no consiguen erradicar el problema.

-¿La confederación tiene pensado hacer alguna campaña o reunirse para tratar de mejorar la imagen del sector?

-En el sector hostelero el daño es muy pequeño porque si no vendes vieira vendes otros productos como centolla o percebe. El gran problema es para el sector de la pesca. Lo principal es que se exijan responsabilidades a los culpables y que se calmen las aguas cuanto antes.

-¿Qué diría a los consumidores para transmitirles confianza sobre los productos gallegos?

-El producto siempre sigue los cauces legales. Este es un caso puntual. Hay certificaciones, controles, trazabilidad...

-Xunta y hosteleros de Santiago pidieron a los consumidores que soliciten la documentación de los productos, algo poco habitual.

-Es complicado llevar la guía de cada producto. Nosotros estamos implantando, en colaboración con la Xunta, la marca PescadeRías en 80 establecimientos, para certificar que el producto es de la mejor calidad y llega por los cauces legales.